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    Ignacio Alvarez
    Pluma Negra

    Al menos dos de las corrientes que integran las tribus morenas, coincidieron en tiempo y espacio para grillar a lo grande; con el imán de un pacto de civilidad entre los grupos del partido en el poder estatal, se congregaron los dos primero mandos del gobierno y sus respectivos seguidores y hasta un nutrido grupo de prensa para dar fe de la presunta unidad.

    Desde el pasado lunes 4 de agosto que llegaron a Veracruz; el presidenciable, Marcelo Ebrard y la aspirante al gobierno estatal, Rocío Nahle García para celebrar junto al Presidente los 200 años de la Marina Armada de México, los vientos de cambio soplaron en Veracruz y el sábado arrastraron a los morenistas a la Cuenca del Papaloapan, a la tierra del segundo abordo del gobierno, ahí se realizó el cónclave para evitar agresiones internas rumbo al 2024.

    Los funcionarios del primer círculo se dieron cita, en la región para una serie de eventos al mero estilo priísta, las guayabera de lino prevalecieron en los convocados; estaban ahí el Gobernador, el Secretario de Gobierno, la Fiscal General del Estado, la Directora del DIF Estatal, subsecretarios, directores y coordinadores generales; además, diputados locales encabezados por el Presidente de la Junta de Coordinación Política y una veintena de presidentes municipales y diputados electos de todo el estado.

    Los eventos protocolarios, además de desempolvar al Catamarán; fueron la inauguración de un pequeño museo local y el alumbrado a un campo de beisbol llanero, pero lo grilla fuerte se dio en las reuniones privadas con el uno, el dos y el tres del estado y por otro lado, los busca chambas, que aunque ya tienen cargos de elección popular, también quieren abarcar más.

    En la intensidad de la grilla a los pies del Cristo Negro, los convidados de las reuniones dejaron pasar el impacto de las inundaciones en los municipios de Lerdo y San Andrés Tuxtla, bajo el argumento de que se trató de sábado inhábil. Sólo la titular de Protección y del DIF lanzaron sus cuadrillas para atender la contingencia.

    Mariscal de vergüenza

    Qué poca vergüenza resultó tener el ex comisionado del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI), Arturo Mariscal, el yunista que salió corriendo y dejó tirada la chamba cuando la entonces presidenta del Instituto, Yolli García, fue guardada en Pacho Viejo.

    Esta semana que concluyó, y cuando corre el plazo para la inscripción de aspirantes a la vacante que dejó Magda Zayas, fue visto en el Congreso pavoneándose y hay versiones de que tuvo la desfachatez de anotarse en el proceso.

    Tal vez piense que su cercanía con los diputados locales le alcance para hacerse del puesto al que ya renunció, pero si se mira con perspectiva, tampoco se descarta que sea un acto de fanfarronería ordenado desde el Estero para desafiar a la 4T.

    Allá los diputados de Morena si se prestan a abrirle nuevamente la puerta al panismo que gobernó la entidad en el bienio anterior. Más bien deberían promover una denuncia y que se aplique todo el peso de la ley por sus `presuntos actos al margen de la ley.

    Sin embargo, habrá que esperar al cierre de la convocatoria esta semana, pues en una de esas resulta que la estrategia de Mariscal es solamente un señuelo y que el verdadero tapado del panismo se haya inscrito sin hacer muchos aspavientos.