Rafael Arias Hernández
Mutatis mutandis
Siempre se está a tiempo de hacer uso de la verdad, para ir directo a las posibles soluciones de los problemas que se pretenden resolver y superar. Y, desde luego, para dar credibilidad y confianza a la comunicación y posibles acuerdos o coincidencias individuales y sociales.
Para hacerlo, es recomendable detenerse y pensar, en las diferencias entre verdad y mentira, usos y beneficiarios de una y otra y, desde luego, ventajas y desventajas en su utilización.
Considerar y reconocer costos y consecuencias, de las relaciones y compromisos establecidos, es determinante para garantizar una convivencia civilizada y pacífica. Lo cual conlleva también, a recomendar la frecuente reflexión de temas como estos; e incluso, dar tiempo y oportunidad, a una inmersión mayor en las profundidades filosóficas.
Esto lleva a pensar, en las causas y razones, las ventajas y preferencias por las cuales la verdad es desplazada por las mentiras. Hecho que se repite con frecuencia, sobretodo en el discurso político, hasta casi convertirse en costumbre o una forma de expresión cultural.
Comprobar en los hechos, en la cotidiana realidad, es medio práctico para identificar verdad o mentira, para dar certeza al lenguaje utilizado y garantizar la confianza necesaria, en la comunicación establecida.
La mentira en sí, domina hasta que la verdad se hace presente y cambia o somete, comportamiento o conducta.
Mientras, es posible reconocer a la mentira, porque uno de los aspectos que más le caracterizan, es su creativa y múltiple forma, de producirse y presentarse; así como, en su momento, hasta de justificarse, frente al desplazante poder de su opuesta, la verdad.
Interesante reflexionar sobre la imprescindible necesidad de saber diferenciar, identificar y clasificar una u otra. Hacerlo no solo para mejorar capacidad y efectividad de resolver problemas; sino también, para mejorar el lenguaje que se use, y asegurar que la comunicación, sea segura, cierta y confiable.
Dentro de la abundante bibliografía al respecto, hoy vale la pena recordar algunos, solo con el ánimo de motivar la pertinencia de su análisis, estudio, difusión y debate.
«La mentira en México», es un breve texto de Octavio Paz, publicado en México, en el periódico Novedades el 11 de octubre de l943. Y también en Miscelánea I. Primeros escritos. Tomo XII, de Obras Completas. México, Fondo de Cultura Económica. .2ª Ed. 2013.
https://ruanofaxas.files.wordpress.com/2012/05/la-mentira-octavio-paz.jpg
Entre otros temas, Octavio Paz expresó, desde aquellos tiempos, que: «…Muchos pueblos gozan de la libertad de expresión, pocos la utilizan para algo que no sea mentirse entre ellos, calumniarse y engañarse… ¡nuestra vida diaria sería inexplicable sin la mentira que alimenta, la hipocresía que la vela y la complicidad de todos los que no nos atrevemos a denunciar nuestra miseria y pequeñez! La mentira inunda la vida mexicana: ficción en nuestra política electoral; engaño en nuestra economía, que sólo produce billetes de banco; mentira en los sistemas educativos; farsa en el movimiento obrero (que todavía no ha logrado vivir sin la ayuda del Estado); mentira otra vez en la política agraria;…Mienten nuestros reaccionarios tanto como nuestros revolucionarios; somos gesto y apariencia y nada, ni siquiera el arte, se enfrenta a su verdad… La mentira nace de la pobreza física y espiritual, como una compensación; la imaginación nos engaña con torpes fantasías, puesto que la realidad nada nos puede dar. Este engaño acabará con nosotros, porque un pueblo no puede vivir de viento y mentira. Tampoco de esas medio verdades en las que somos pródigos. La media verdad ni siquiera es una mentira: es una medio mentira, un ser híbrido.»
Siempre es oportuno investigar y conocer la realidad que se vive, así como los retos y problemas que enfrentar y resolver. Saber cómo pensamos, que ideas están presentes y cuales dominan o tienen los más amplios consensos. La cuestión es conocer la verdad y también las mentiras que entretienen o dominan.
En todo caso, lo importante es no engañarnos, ni dejarnos engañar por ignorancia, complicidad, desinterés o pasividad.
Javier Mendoza, al respecto expresa que: «Supo que los ideales (cabría decir aquí, de tintes «socialistas») de la revolución mexicana, no lograron su cometido. Los revolucionarios no lograron transformar a México. Por eso, en su obra «Laberinto de la Soledad» reflexiona: «… a pesar de su fecundidad extraordinaria (la revolución), no fue capaz de crear un orden vital que fuese, a un tiempo, visión del mundo y fundamento de una sociedad realmente justa y libre.» (Recordando un poco a Octavio Paz. Oaxaca, Oax..Periódico el Imparcial 6 de agosto de 2020)
https://imparcialoaxaca.mx/opinion/455444/recordando-un-poco-a-octavio-paz/
Fernando García Ramírez, sostiene que: «La mentira, en política, es un negocio muy redituable. Se miente en las campañas para alcanzar el poder. La impunidad declarativa es absoluta. Se miente el día de la elección cuando todos se proclaman ganadores. Se miente en el gobierno al inaugurar obras inconclusas. Se miente con frases huecas y con estadísticas en mano. Se miente en la declaración de bienes; se miente por costumbre a los medios y al votante. Vivimos en el país de la mentira y de la simulación. ..» (El país de la indignación y la mentira. El Financiero, 10 de julio de 2017)
https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/fernando-garcia-ramirez/el-pais-de-la-indignacion-y-la-mentira/
Y a su vez, en su interesante libro, Máscaras de la mentira. El nuevo orden de la posverdad, Raúl Rodríguez Ferrándiz habla del tema y sobre sus expresiones similares, basadas en engaño, fraude, simulación, falsificación, disimulo, error y muchas más. Trata de reflexionar y revalorar su presencia y significado actuales. Sobre todo, determinar y saber, que tipos de mentiras aparecen y predominan, en esta época de posverdad, «La mentira es una labor de la inteligencia, una sutileza del espíritu, demuestra cualidades persuasivas, narrativas, incluso gestuales, de performance, muy eminentes. La posverdad es un exabrupto que parece salir de las entrañas, que hace gala de una sinceridad políticamente incorrecta, cuando es una muestra de zafiedad, de mala educación, además de ser mendaz. La posverdad es la banalidad de la mentira, por parafrasear a Hannah Arendt.…».(EDITORIAL PRE-TEXTOS. Valencia, España. .2018)
https://www.pre-textos.com/escaparate/product_info.php?products_id=1823
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH