Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Si bien apenas inician las actividades de la Sexagésima Sexta Legislatura en el Congreso del Estado con la instalación de las comisiones, el trabajo que viene será amplio y conllevará debates, diálogo, pero también consensos.
Buena parte de esa responsabilidad recaerá en el presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), Juan Javier Gómez Cazarín.
Aunque pudiera pensarse que el Grupo Legislativo de Morena aplicaría la “aplanadora” para aprobar las iniciativas, el coordinador tiene claro que lo mejor es entablar diálogo con las otras bancadas y legisladores de oposición para llegar a los acuerdos necesarios.
Para el diputado es mejor que exista una oposición verdadera que haga bien su trabajo y sea un contrapeso, pues, al final, los beneficiados son los ciudadanos.
Tan es así que, como él mismo lo ha manifestado, en las reuniones previas a las sesiones en el Pleno se dan sus “agarrones”, pero, al final, tras el debate, se toman las decisiones en conjunto.
De lo que se trata no es de someterse a la mayoría, sino de que se hagan ver las cosas que se hacen mal, pero también reconocer las que se hacen bien.
El legislador morenista pasó de la curva de aprendizaje a la experiencia y aunque no la ha tenido fácil ha logrado llevar a buen puerto temas fundamentales.
A pesar de que a muchos personajes no les gusta admitirlo, Juan Javier Gómez Cazarín se ha convertido en una pieza clave dentro de Morena. Los resultados de su labor en las recientes elecciones son el mejor ejemplo de ello.
Pero el trabajo apenas comienza y el presidente de la JUCOPO tiene nuevos retos: sacar adelante las iniciativas que envíe el Ejecutivo estatal, las consultas internas que promueve su partido y, aunque lejano aún, el proceso electoral de 2024.
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