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    Según Pepe, robarle a su propio partido no es la gran cosa, pero no ganar municipios sí es un pecado: ¡Todos los panistas perdedores se irán al infierno por eso!

    Con todo el cinismo del mundo, PePe Mancha salió a defender lo indefendible diciendo que la herencia que dejó al PAN fueron triunfos electorales.

    Eso significa que minimiza el hecho de que dejó una deuda millonaria al partido, de más de 156 millones de pesos, recursos que no pudo solventar, es decir, recursos que no supo decir en qué se los gastó cuando fue dirigente del partido.

    Esos recursos que se los gastó a diestra y siniestra, fueron observados por el INE y que por tal motivo su partido recibió una multa millonaria, algo que el Ex Secretario del Comité estatal Tito Delfín sabe perfectamente, porque era el encargado de recibir la documentación, recordemos que el hoy candidato a ser Presidente del Comité Estatal, estaba en el anterior comité y ha guardado silencio en complicidad con sus nuevos jefes y aliados.

    Lo curioso es que mientras ese dinero desaparecía, a él misterioramente le dio la solvencia de crear dos medios de comunicación, que astutamente puso a nombre de su mamá y su esposa.

    Por cierto, cuentan los ex empleados de uno de sus medios hechos con recursos panistas, que la ex diputada local, esposa de Pepe Mancha, gritaba por los pasillos del edificio Nachita, que ese proyecto se creó por dinero y astucia de su esposo. Esto es verdad a medias, porque si fue por la astucia de Pepe Mancha para robar, pero el dinero era de los panistas.

    Sin embargo, para él eso no tiene importancia, robarle a su propio partido no es la gran cosa, no ganar municipios si es un pecado. ¡Todos los panistas perdedores se irán al infierno por eso!, ¡Cuidado con lo que dice!, en una de esas hasta él mismo se hunde en el inframundo, porque recordemos que ni Tuxpan pudo ganar y, perdió la Gobernatura a manos de MORENA.

    Así que en conclusión, que alguien le diga que sus prioridades están mal, pues aunque se pierda un municipio, este con trabajo se puede recuperar, pero robarle a la gente, a tus amigos y militantes ¡está canijo!, al ratero ya no se le vuelve a tener confianza. El tiempo lo dirá.