Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
El alcalde de Banderilla, Juan Manuel Rivera González, cierra su último año de gobierno cumpliendo una vez más los caprichos de su esposa, la señora Catalina Godoy, quien funge como presidenta del DIF municipal.
Por todos los ciudadanos del municipio es sabido que los funcionarios que encabezan el Ayuntamiento de Banderilla son fervientes admiradores del “running”, deporte que ejercen diariamente, a pesar de tener una agenda pública “llena de actividades”.
Desde su primer año de gobierno, el presidente municipal decidió cancelar la semana del deporte, evento que durante el mes de noviembre se realizaba año tras año, con el fin de dotar de equipamiento, becas y lo necesario para que los grupos deportivos del municipio continuaran ejerciendo sus disciplinas sin ningún contratiempo.
Sin embargo, al cancelar dicho evento, decidió implementar las famosas carreras “campo traviesa” que se llevan a cabo en la reserva ecológica de La Martinica.
A pesar de tener muy bajo impacto entre la población, las carreras se siguieron realizando durante tres años consecutivos.
Este año, los patrocinadores invirtieron más de 200 mil pesos y nuevamente no se alcanzó la meta, pues en el registro de inscripción hubo menos de 150 participantes.
El señalamiento de la población es hacia la indolencia del alcalde Juan Manuel Rivera González, pues acusan que habiendo tantas necesidades y tanta gente afectada durante la pandemia, principalmente en la salud y en lo económico, al munícipe parece no incomodarle, pues al realizar este tipo de eventos, se muestra indiferente y apático ante las quejas de sus representados.
A pesar de ello, Juan Manuel Rivera prefiere darle gusto a su esposa, cumpliendo sus caprichos; pobladores manifiestan que con esa inversión, bien pudo haber apoyado a la gente que se enfermó, padeció y perdió algún familiar por el covid-19, “la ambulancia municipal, ni tanques de oxígeno tenía”, además, aseguran, “nunca apoyó a los comerciantes y a toda la gente que se quedó sin trabajo”.
Los quejosos expusieron que se debe apoyar a todos los deportes, no sólo a los “running”, pues con ese dinero, que sale del Ayuntamiento, bien pudo haber donado a cada deportista destacado lo necesario para que estén equipados para ejercer sus actividades.
“¡Duele ver tanto descaro y frivolidad de estos funcionarios!”, pues, aseguran, que incluso la presidenta Catalina Godoy organizó y modificó las categorías para que tanto ella como Juan Manuel Rivera pudieran quedar en el podio, sin embargo, no llegaron en los primeros lugares como lo esperaban; ni eso le salió como esperaba.
No hubo derrama económica entre los comerciantes del municipio, pues muchos aseguraron que ni siquiera se enteraron de que ese domingo habría una competencia de tal magnitud.
Además, externaron que la carrera empezó muy temprano, siempre la hacían a las ocho de la mañana y esta vez decidieron llevarla a cabo a las siete.
Como siempre, no hubo buena planeación de los encargados de dicha carrera, pues se debe pensar en todo y a esa hora la gente estaba descansando.
Las familias deben participar, ya sea corriendo, desde sus casas echando porras en la puerta, ventana o balcón, o mirándola a través de redes sociales, en fin, que los vecinos y habitantes de la zona la puedan presenciar de alguna manera, significa que en verdad es un evento y fiesta para todos y no sólo para unos cuantos como tanto se ha criticado en redes sociales.
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