Destacado

    Vicente Luna Hernández

    Después de 82 millones de dosis aplicadas y un arduo trabajo de logística llevado a cabo, es justo reconocer la participación entusiasta, comprometida y solidaria del personal de salud en beneficio de México.
    Más allá de ciertas deficiencias en la operatividad, lo cierto es que cubrir un territorio tan amplio y de difícil acceso en ciertas zonas del país, requiere de mucha organización, la aplicación de las vacunas ha logrado de manera importante disminuir la gravedad de este “fantasma” que se paseado por México con los lamentables resultados de todos conocidos.


    La vacunas han sido el gran aporte de la ciencia a la humanidad en estos tiempos de pandemia, la vacuna es la respuesta que aún en estos momentos, países en desarrollo claman su aplicación, las vacunas son parte esencial de la protección de nuestra salud y la otra – más difícil de lograr- es el actuar con responsabilidad en nuestra movilidad social y en cumplir las medidas sanitarias que ya todas y todos conocemos.
    Hoy quiero hacer un Brindis por la ciencia y el personal de salud ya que han sido dos faros en estos momentos de oscuridad social por el Covid-19, todas y todos hemos sido testigos del enorme trabajo que han llevado a cabo y la empatía mostrada ante tanta desgracia al inicio de la pandemia, hemos sido testigos de su cansancio y del abandono de sus círculos familiares en aras de cumplir de mejor manera sus compromisos laborales pero sobre todo, de llevar al limite su verdadera vocación de servicio.
    Hoy hago un Brindis por todo el personal de salud, desde el camillero, afanadores, personal de vigilancia, administrativos y personal médico, por ser auténticos soldados de la patria, por dar todo para atender de la mejor manera a las y los mexicano que requerían atención urgente, a pesar, de que muchos de ellos no tenían las mejores condiciones materiales y de insumos médicos para dar una respuesta como querían, sin embargo, muchas veces recibieron reclamos d familiares por la misma desesperación ante sus enfermos.
    Hago un Brindis por las y los maestros, aquellos realmente comprometidos con la educación y en buscar maneras de mantener el contacto con sus alumnos, reconocer su capacidad de adaptación a la “nueva normalidad educativa” tal vez no con la misma calidad pero con el mismo compromiso y amor por su profesión.

    Hago un Brindis por nuestras Fuerzas Armadas, responsables del traslado de las vacunas a los centros de vacunación, hombres y mujeres con nuevas responsabilidades pero el mismo amor a la patria, las y los soldados cumplieron a cabalidad sus responsabilidades y tareas asignadas, presumir que tenemos un ejército al servicio del pueblo es tarea de todas y todos.
    Hago un Brindis por todo el personal de la Secretaria del Bienestar, por su capacidad de atención ante grupos numerosos de ciudadanos que requerían información y atención para recibir su vacuna, jóvenes que con entusiasmo han estado a la altura de la difícil situación social que se respira: reclamos, desesperación, desconocimientos en trámites, etc., son parte importante en todo este círculo virtuoso.
    Hagamos un Brindis en memoria por los que ya –lamentablemente- no están y cuidemos a los que aún tenemos al lado, lo material se podrá recuperar, la vida social en un algún momento llegará, la reactivación económica a cuenta gotas pero va en marcha, sin embargo, esta difícil experiencia es nuestra mayor fortaleza, ante la nueva variante Ömicron debemos cuidarnos hoy….para no lamentar mañana.
    P.D.- Con el ánimo de que más que ocuparnos que prenda ponernos para recibir el Año Nuevo nos ocupemos en ponernos el cubrebocas…Escribiré otro día.
    FELIZ 2022