Sergio González Levet
Sin tacto
A 13 días de que tomaron posesión las nuevas autoridades en los 212 municipios de Veracruz, pueden advertirse algunas tendencias que han marcado la pauta en el arranque de los ayuntamientos que gobernarán por los próximos cuatro años.
Hay una primera tendencia, que es la de los que no lograron llegar a la silla, como es el caso de los candidatos que compitieron en Chiconamel, Jesús Carranza, Amatitlán y Tlacotepec de Mejía, en donde se anuló la votación. Las elecciones extraordinarias que se realizarán el 27 de marzo determinarán a quienes ocuparán definitivamente el cargo en esos cuatro municipios.
Luego está el caso de Lerdo de Tejada, en donde no pudieron tomar posesión ni el presidente electo ni su suplente, por problemas con la justicia. Vaya, pensaron que iban para el Palacio Municipal y resulta que terminaron en la cárcel.
Ahora, de entre los que sí alcanzaron a llegar podemos entresacar primero a los que se dedicaron desde el primer minuto a trabajar para mejorar sus ciudades, sus pueblos y sus comunidades; que llegaron con ganas y con proyecto y que no han perdido el tiempo, pues hasta sábados y domingos andan en la brega.
Ricardo Ahued Bardahuil destaca por su ímpetu y porque a la capital del estado le urgía todo: servicios, arreglos, orden, atención a los ciudadanos… decencia.
Y en esa misma tendencia de trabajo acelerado, aunque recibieron sus municipios con mejores condiciones, se ubican Juan Manuel Diez Francos en Orizaba, Patricia Lobeira de Yunes en el Puerto, Ignacio Morales Guevara en Altotonga, Javier Hernández Candanedo en Misantla.
Hay también un caso que es muy extendido como tendencia, el de ediles que suceden en el cargo a familiares directos: hermanos, hijos, padres, cónyuges…Como dice el Evangelio, “y su nombre es legión”, o sea que son muchos, muchos, muchos, aunque las leyes mexicanas condenan el nepotismo.
Ah, y también podemos observar a los que no se han dado por enterados de que están en el puesto, ya sea por ignorancia o por abulia. Llegaron por fin a la silla soñada, y como si nada. NO se sabe qué harán o si piensan hacer algo.
Debo consignar el hecho de que dos alcaldesas, cuando menos, se enfermaron de Covid-19 e iremos viendo cómo otros más se contagian. Ojalá que les sea leve.
Así los nuevos han llegado, y cada uno como jefes va imponiendo su carácter. Cosas del estilo personal de gobernar, que decía don Andrés Cosío Villegas, porque como bien dice el dicho: si quieres conocer realmente a una persona, para bien o para mal, dale poder…
Ahí se están manifestando.
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