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    Vicente Luna Hernández


    Que florezcan las primaveras y brille más el sol cada 8 de marzo, que el silencio de indignación sea el mayor grito que se escuche en todos los rincones de México, que todos los días tengamos presente como sociedad que todos tenemos un espacio en este país, que tan valiosa es la mujer como el hombre, no nos distraigamos con un falso debate sobre que género es mejor, somos complemento, nada justifica lastimar de manera física a una mujer, ni minimizar sus capacidades, la desigualdad de condiciones aún es parte de la vida cotidiana y a esto se le ha sumado la violencia de género y los feminicidios que han aumentado con el paso de los años para vergüenza como sociedad.


    Que cada día sea 8 de marzo para siempre tener presente la triste realidad de la mujer en nuestro país, la fecha no es para felicitar, agasajar, ni llenar de elogios o palabras huecas a las mujeres por parte de la clase gobernante, tampoco destruir, dañar o lastimar a nuestro semejantes al manifestarse, el 8 de marzo no es una competencia qué grupo de mujeres causa más destrozos materiales, cada 8 de marzo es una bofetada al país, un grito de reclamo a la cara del machismo que se pasea como un fantasma macabro y nos avergüenza como Nación, es gritar con la fuerza del alma y del corazón, que si el Estado no las defiende, ellas se defenderán de manera organizada y dentro del marco de la ley para que el agresor reciba su castigo en todos los aspectos: social, económico y penal y para crear conciencia y visibilizar los problemas que las mujeres aún tienen que enfrentar y que hace falta arreglar para una mayor y mejor convivencia social, no hay marcha atrás, la mujer organizada – sin tintes políticos -, es un huracán que pone a temblar todas las instituciones públicas que deben de ser las primeras en defenderlas, es exhibir la pobreza institucional de quienes deben proteger y de castigar a quien – por cobardía-, lastima a una mujer, ni fuertes ni débiles, simplemente seres humanos en defensa de sus derechos, ni más ni menos que el hombre…solo mujeres que quieren vivir en libertad y sin miedos.
    Cada 8 de marzo se habla de la lucha de la mujeres, una lucha histórica que no pertenece a un partido político en particular, el discurso feminista debe salir de manera diaria a la calles y pasearse en cada oficina de los tres órdenes de gobierno, en los pasillos del Congreso de la Unión, en cada Congreso Local y sobre todo, en cada casa y escuela de todos los niveles económicos y educativos respectivamente, es el mejor homenaje para quienes -lamentablemente-, no están para caminar tomadas de la mano y gritar: ¡ nos queremos vivas !
    Que cada persona que integra el poder judicial, fiscalías y seguridad publica demuestre una total empatía con aquellas mujeres que han sido lastimadas, agredidas, ofendidas y – lamentablemente-, desaparecidas o asesinadas para que no exista impunidad alguna y se mande la señal inequívoca, de que la 4 transformación ha hecho realidad el sueño de las mujeres: Garantizar a las niñas, adolescentes y mujeres de México una vida libre de violencia donde sus libertades y derechos sean respetados y castigo ejemplar a quien vulnere los derechos humanos de cualquier mujer, que exista una suma de esfuerzos de los tres poderes de gobierno que permita que pronto – por el bien de todos- se deje de gritar:¡México Feminicida!.
    P.D.- Con el ánimo que las nuevas generaciones de mujeres hagan valer la equidad de género, así como también disfruten de mejor manera sus libertades y sus derechos… escribiré otro día.