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    Uriel Flores Aguayo

    Es del dominio público que, en Xalapa, tenemos dos grandes y graves problemas con los retenes de las policías estatales y los operativos de grúas. Es tan violatorio de nuestros derechos, agraviante, peligroso y afectador de la economía local que merece se tome con absoluta seriedad y compromiso democrático. Es tan obvio, público, a la luz del día, que se ha normalizado y resulta aceptado resignadamente por la ciudadanía, que se ve indefensa, y por las autoridades municipales, que resultan omisas y terminan, conscientemente o no, como cómplices. Después de muchos años de sufrirlo y tolerarlo creo llegó el momento para que se tomen medidas por parte de la ciudadanía y el Ayuntamiento. Se necesita que el Cabildo delibere al respecto, en forma abierta, que analice esa problemática e inicie una ruta de diálogo y soluciones con las instancias estatales. Hay mucho por hacer. De ninguna manera se debe seguir permitiendo la humillación y robos a Xalapa. El Cabildo debe asumir un papel mayor, que trascienda sus tareas tradicionales. La seguridad y el patrimonio de la ciudadanía deben ser prioritarios para las autoridades municipales. Al salvable asunto de las competencias, remediado con coordinación, debe anteponerse el carácter de autoridad electa, de la primera instancia para la gente. El Ayuntamiento representa a Xalapa, no debe permitir que sea atropellada por funcionarios administrativos, sin ningún compromiso con nuestro municipio. Esos funcionarios deciden en asuntos claves, de seguridad y tránsito, sin tomar en cuenta a los Ediles. Deben ser respetuosos del Cabildo, y éste tener la voluntad política, esencia del problema, de hacer la defensa de Xalapa. Porque es eso, además de lo legal, tener la disposición de toparse con los intereses económicos, políticos y mafiosos que hay detrás de las acciones policiales y de tránsito.

    Son temas que se denuncian y caen al vacío. Se requiere una sacudida definitiva en la cual el Ayuntamiento puede y debe jugar un papel importante. Es inconcebible e indigno que Xalapa padezca estos abusos, que se permitan y continúen como si nada. No es cuestión de política partidista, es asunto de decoro xalapeño. Vamos a observar la respuesta y el comportamiento Edilicio, si es que convocan a un Cabildo abierto para estos asuntos; en su contestación, coherencia y seguimiento quedará establecido su carácter de cambio o de continuidad. Basta echar una ojeada mínima al artículo 16 de la Constitución General de la República, para tener claro el grado de violaciones a nuestras garantías individuales que se cometen en Xalapa: «Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento.»

    No es descartable que el dinero de los xalapeños, obtenido por la fuerza oficial, además de estar en los bolsillos de los jefes gubernamentales también termine en asuntos partidistas.

    Es un poco paradójico y extraño que a estas alturas estemos preocupándonos por el comportamiento de fuerzas de seguridad y tránsito, por sus vejaciones a la gente. Más curioso que todo esto pase en la Capital del Estado, con gobiernos municipal y estatal de supuesta orientación transformadora. Si eso es un cambio, la realidad es que se parece mucho o es peor al viejo sistema. Nadie debería estar preocupado por ser detenido en un retén, ocioso, o ver como levantan arbitrariamente su auto. No lo merecemos. Es indigno.

    Recadito: será mucho pedir que los gobernantes se dediquen a gobernar?.
    ufa.1959@gmail.com