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    Karla Méndez


    Xalapa, Ver.- El Gobierno del Estado debe pagar demandas perdidas debido a que las partes jurídicas de dependencias no responderieron las solicitudes y eso conlleva a una omision que puede derivar a la colusión entre individuos.

    Al respecto la titular de la Contraloría General del Estado(CGE), Mercedes Santoyo Domínguez, explicó que algunas demandas de particulares, trabajadores y empresarios no tuvieron la respuesta requerida en su momento, lo que también se presta a corrupción y debe haber una sanción administrativa, penal o conjunta dependiendo el caso.

    «Muchas denuncias que se ganaron se ganaron por no contestar, trabajadores, empresarios, etc, se ganaron por no contestar por las partes jurídicas de la administración y por no haber contestado también es una omision ahí es donde está la colusión. Los que ejecutaron tendrán un tipo de sanción y los que no vigilaron también tendrán otro tipo de sancion, a lo mejor administrativa o conjunta hasta penal por la no supervisión.»

    La contralora explicó que anteriormente los funcionarios se dejaban perder una demanda para ganar, es decir, que había acuerdos entre internos y externos de «no contestes porque te conviene me conviene tu ganas la demanda me toca tanto y te toca tanto», por lo que es importante denunciar estos actos para ya no tener más adeudos.

    Así mismo, explicó que todas las dependencias tienen adeudos, sin embargo se deben revisar por qué algunos ya están validados por los anteriores órganos de control, sin embargo no están bien integrados, faltan documentos y eso se presta a colusión.

    Sin embargo, la situación se complica cuando se debe reintegrar alguna cantidad, pues aunque existen las pruebas para que se pague a Gobierno, la gente de ampara y es ahí donde se pierde y en algunas ocasiones toca pagar al estado adeudos de años pasados.

    Fijamente, Santoyo Domínguez, dijo que aunque todos los servidores.punlcios estan expuestos a tener omisiones y algunos llegan sin competencia al cargo, están obligados a comprometerse en hacer las cosas bien para que no haya omisión que se presten a corrupción.