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    Ignacio Alvarez
    Pluma Negra

    El ejercicio para la consulta publica de Revocación de Mandato coloca ya al gobierno federal, la Cámara de Diputados y al propio Instituto Nacional Electoral en la ruta del fracaso debido a la falta de condiciones culturales, técnicas y políticas para un ejercicio exitoso.

    Ayer, apenas del consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, sostuvo que la solicitud de tres mil 830 millones de pesos como partida precautoria, en caso de que se cumpliera el supuesto de que un 3 por ciento de la Lista Nominal de Electores solicitara la Revocación de Mandato, fue incluida en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación a petición del INE, y fue explicada detalladamente a las diputadas y diputados; sin embargo, la Cámara de Diputadas y Diputados, no autorizó los recursos, y eso constituyó el primero y más importante de los muchos obstáculos que el INE tuvo que enfrentar en la organización de este proceso.

    La partida aprobada por la Cámara de Diputados para este ejercicio fue de 830 millones de pesos, únicamente, y tuvo que ser complementada por el INE con ajustes a su gasto operativo y, cuando formalmente se solicitaron los recursos faltantes a la Secretaría de Hacienda, éstos fueron negados sin fundamentación o sin motivación alguna, y con una propuesta de “plan de austeridad” calculada sin rigor técnico, ni información real, sobre las necesidades presupuestales para la organización de la Revocación de Mandato.

    En esas condiciones, el INE instalará apenas el 33 por ciento de las casillas que se requieren para una elección federal en los 300 distritos electorales de las cinco circunscripciones electorales en que se divide el país. Es decir se colocarán 57 mil de las 160 mil mesas receptoras que se requieren para un proceso normal.

    Sin embargo, si habrá las 92 millones 823 mil 216 que corresponden a las ciudadanas y ciudadanos podrán participar el próximo 10 de abril, es decir habrá una sobre carga de boletas en cada casilla.

    Desesperación Morenista

    Y mientras el INE se truena los dedos por que se juega su prestigio en el ejercicio electoral del 10 de abril, en las huestes del gobierno desde el presidente hasta los gobernadores y alcaldes de MORENA, la desesperación se apodera de ellos y de manera deliberada han decidido violentar la ley para tratar de remontar la apatía ciudadana.
    En las ultimas dos semanas, la colocación de publicidad a favor de que Siga AMLO se volvió una constante en las calles y avenidas, en las casas de los militantes y en las redes sociales, sin embargo, el efecto es solo en sus grupos cerrados, el resto de los ciudadanos continua con apatía hacia un ejercicio que no lleva a nada.

    Las amonestaciones del INE en contra del propio presidente, miembros de su gabinete y de gobernadores no ha sido suficiente para detener su desesperación y acciones prohibidas con el único propósito de cumplir el capricho al Presidente.

    El periodo postelectoral de la consulta, será igual que el previo, de confrontación y acusaciones entre el gobierno federal y el INE, pero también de castigo a los gobernadores que no cumplan con sus aportaciones de votos a favor de AMLO.

    En Veracruz a lista nominal de electoral es de 5.9 millones de ciudadanos, de los cuales tendrían que participar más de dos millones para alcanzar el 40 por ciento de participación que reclama el ejercicio para que sea vinculatorio.