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    Vicente Luna Hernández


    Una de las canciones más exitosas de Joan Sebastián es «Maracas» y en uno de sus párrafos dice: «Amigo ven te invito una copa (no tomo gracias) no tomas, bien, te invito un café (bueno) que quiero recordar la época loca…» esto viene con relación a la Reforma Electoral que el Presidente Andrés Manuel López Obrador mando al Congreso de la Unión para su aprobación, una reforma constitucional que es una de las 3 que el Presidente había mencionado con antelación, sin embargo, el ambiente que existe entre las fuerzas políticas está en su punto más alto de confrontación ante la campaña emprendida por Morena contra las y los diputados que votaron en contra de la reforma eléctrica: «traidores a la patria y enemigos de la nación» fueron los calificativos que se ganaron con creces…todo desde el punto de vista del partido en el poder.
    La política en su máxima expresión es de dialogo constante, permanente y respetando los acuerdos que se establezcan, política es escuchar argumentos, convencer y ceder, cuando no se tiene la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, no hay otra opción, otra seria – también se aplica- proceder contra diputadas y diputados que tienen algún expediente pendiente en la FGR, esa es la realidad pero en la votación de la reforma eléctrica…no funciono.
    Toda negociación pasa por un proceso de reuniones formales e informales para buscar acercamientos y coincidencias en toda iniciativa, lo cierto, es que el respeto es la base de todo entendimiento, ahí es donde Morena -desde mi punto de vista- ha pecado de soberbio y de apostar todo al capital político del Presidente de la Republica, los dirigentes y líderes de Morena esperan que desde las conferencias «mañaneras» se logre convencer a los grupos parlamentarios de oposición y está visto que eso no basta.
    Durante mi experiencia como operador político, buscaba a líderes sociales para sumarlos a un proyecto donde sus intereses se vieran reflejados, alrededor de una taza de café discutíamos diferentes temas de interés común y llegábamos a un acuerdo para lograr su participación, previamente abonaba el camino para lograr sumarlos, todo en base a un respeto mutuo más allá de las diferencias personales o políticas que se presentaran, la política no cambia, cambian los actores y las formas pero en el fondo, es dialogo permanente y respeto.

    Hoy Morena debe convencer a quienes ha llamado «Traidores a la Patria» a quienes ha llamado al pueblo a «fusilar» con la fuerza de un plumón, invitará una copa o un café, a quienes les ha llamado «vende patrias» y al no logara los votos necesarios para su reforma electoral, volverá a crucificar en la plaza publica hasta el 2024, pero ¿qué pasa si la oposición logra hacer cambios a la propuesta original y es aprobada? Por arte de magia dejaran de ser «Traidores a la patria» y todos pasarán a formar parte de la «Republica Amorosa» que en su momento propuso Andrés Manuel López Obrador, no confundamos, podrán tomar un café y no coincidir, pero ni traidores ni salvadores de la patria, espero que se comporten como políticos profesionales y no alborotadores desde un púlpito y eso va para todos los grupos parlamentarios.
    Más allá de las propuestas planteadas, más allá de los recortes presupuestales o cambio de nombre al INE, más allá del voto popular para elegir a las y los consejeros electorales y magistrados, menos diputados en los Congresos Locales o menos regidores en los Ayuntamientos, es necesario y saludable para nuestra democracia, un debate basado en el respeto mutuo entre la fuerzas políticas y escuchar todas las voces, seguro que habrá algunas coincidencias entre los grupos parlamentarios, lo cierto, es que todas y todos queremos más gobierno pero también más oposición.
    P.D.- Con el ánimo que se haga más publico el uso de las prerrogativa partidistas que manejan las dirigencias y la militancia haga más suyo el partido de su preferencia…escribiré otro día.