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    Felipe de Jesús Fernández Basilio
    Desde a Janela

    El presidente López O. realizó una visita a algunos países centroamericanos, lo cual no estuvo tan mal salvo por dos aspectos, en primer lugar, porque fue a presentarse como el gran benefactor prometiendo cosas que ni en su país puede cumplir y en segundo, porque esas visitas fueron meramente teloneras para culminar con la estelar, la cual consistió en ir a rendir pleitesía y a regalar dinero a la madre de todas las dictaduras de la actual Latinoamérica: Cuba.


    En efecto, a Centroamérica fue a ofrecer un Seguro Social que en México está desmantelado por tanto recorte presupuestal y sin explicar en qué van a consistir las afiliaciones ofrecidas a los migrantes y lo más importante, sin explicar quién las va a costear, no hay que olvidar que la seguridad social en México no es nada gratuita y se paga a través de las cuotas obrero-patronales con una mínima aportación del Estado.
    Reitero, la idea no es mala ya que muchos migrantes trabajan en el país y por elemental justicia deben de tener los beneficios que cualquier trabajador recibe en México mas no está explicado cómo se va a implementar esa afiliación ni cómo se va a cubrir, espero que no sean simples palabras huecas que el tiempo se lleve.
    También fue a esos países a ofrecer su programa de sembrar arbolitos, mismo que ni siquiera aquí se sabe si ha funcionado y los comentarios que se oyen de la gente que vive en el campo, casi siempre van en el sentido de que los apoyos no llegan debido a la alta corrupción de la burocracia encargada de distribuirlos y que para colmo de males lo único que han logrado es deforestar más las zonas que supuestamente están beneficiadas por ese programa; opiniones que son reforzadas por la total opacidad con la que se maneja el gobierno actual de México, ya que no existe una rendición de cuentas por medio de la cual se pueda saber el progreso de se programa.
    Para concluir con los centroamericanos, espero que en esta ocasión el presidente de México realmente cumpla con lo que ha prometido a esos países, porque realmente en esos lares México es visto como el hermano mayor hablador que promete mucho y a la hora de la hora no da nada; un buen ejemplo de ello es el famoso plan Puebla-Panamá de tiempos de Fox, quien al igual que López prometió el cielo y las estrellas a los centroamericanos y nunca se llegó a nada.
    Ahora bien, dicha gira sacó el cobre cuando en su última etapa llegó a La Habana y ahí sí que se arruinó por completo, porque a diferencia de la realizada por Centroamérica, la cual era rutinaria y de ir a prometer cosas, en esta sí que fue a rendirle homenaje al Castro viviente y a regalar el dinero de los mexicanos; sin obviar la parte más oscura de la visita que fue la presencia de los altos mandos militares mexicanos, cosa que nunca antes se había visto en una gira presidencial, y la compra de productos (vacunas) y servicios (médicos) que, como en toda corrupción en nada van a beneficiar al adquirente, o sea México, pero sí le va a dar nuestro dinero a la peor dictadura que ha conocido el continente.
    Porque más allá de los actos protocolarios y la recepción del latón que la dictadura cubana ha otorgado a personajes como Sadam Hussein, Hugo Chávez, Kim Il Sung, Vladimir Putin, Nicolae Ceausescu, entre otros distinguidos dictadores de la historia mundial reciente, el meollo del asunto se encuentra en todo el dinero que se va a regalar a la dictadura isleña para que sobreviva y sobre todo en las adquisiciones que se hicieron y que son profundamente nocivas para nuestro país.
    Nada más piensen Ustedes, ¿Cuánta perversidad se requiere tener para a cambio de quedar bien con la peor dictadura de América, se pretenda inocular a los niños mexicanos con una vacuna que nadie fuera de Cuba ha aprobado?
    Realmente es escalofriante el nivel de demencia al que ha llegado el presidente de la república en este caso, ya que, para agradar y beneficiar económicamente a los cubanos, pone en riesgo a lo más preciado que tiene un país, sus niños.
    De los médicos cubanos, los cuales aparte de ser una forma legalizada por dictadores de trata de personas en pleno siglo XXI, son un gran fraude, ya que ni son expertos en el tema ni tampoco el servicio médico cubano tiene la excelencia que sus apologistas dicen que tiene, ya que es ilógico que, si no tienen dinero en la isla para obtener tecnología moderna, puedan tener médicos de excelencia, tan es así que hasta los familiares de López Obrador prefieren atenderse médicamente en Houston a en La Habana o Santiago.
    En realidad, esos personajes vienen con dos fines, el primero, cobrar caro por sus servicios, dinero que desde luego se queda el gobierno cubano, y segundo: que sus servicios en realidad consisten en enseñar a cuadros como los “servidores de la nación” o los bots humanos de las redes sociales para introducirse como un cáncer que desestabilice y de ser posible mate cualquier forma de democracia existente.
    Y si a ello le sumamos el que fueron los altos mandos militares a aprender de sus pares cubanos acerca de la función de las fuerzas armadas en la dictadura, bien nos podemos dar una idea de cómo se va a plantear por parte del gobierno la contienda electoral de 2024; ya que no hay que olvidar que aún más que tabaco y ron, los cubanos exportan inestabilidad social y cooptación de las fuerzas armadas.
    El balance de la reciente gira presidencial por Centroamérica y Cuba es rutinario en la primera y muy peligroso en la segunda, ya que prometer por prometer como lo hizo en Centroamérica a lo más abona a la charlatanería con que siempre se han conducido los mandatarios mexicanos por esas tierras pero lo hecho en Cuba realmente es perverso.

    felfebas@gmail.com
    Twitter: @FelipeFBasilio