Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Tras la “renuncia” del titular de la Secretaría de Salud del Gobierno de Veracruz, Roberto Ramos Alor, quedará la imagen de un funcionario sui generis, por decirlo de alguna manera.
Sin embargo, para otros sectores de la población, como el de las madres y padres con hijos enfermos de cáncer, quedará en su memoria la imagen de un funcionario insensible y de falta de apertura al diálogo.
Para los periodistas, particularmente para las mujeres, quedará más que un mal sabor de boca, pues se recuerda que tras los cuestionamientos por la compra de medicamentos y entrega de contratos a la empresa Abisalud, vinculada al entonces superdelegado federal de Jalisco, Carlos Lomelí Bolaños, respondió: “no les embona ningún chile”.
Su desdén hacia las mujeres quedó demostrado una vez más cuando en su comparecencia de 2021 en el Congreso del Estado, tras ser exhibido y cuestionado por la diputada local Anilú Ingram Vallines, el ahora ex funcionario criticó que había legisladoras “Totalmente Palacio” y expresó: “antes muerta que sencilla”.
Tras darse a conocer la salida de Roberto Ramos Alor, la diputada Anilú Ingram, expuso: “en política no hay coincidencias, el gobernador tomó una buena decisión, porque el día de hoy, las y los veracruzanos tenemos una gran oportunidad de tener un secretario que esté a la altura de una dependencia con tanta responsabilidad como es la Secretaría de Salud”.
La también coordinadora del Grupo Legislativo del PRI, comentó: “definitivamente no podemos hablar de una buena administración de Ramos Alor durante su gestión, prueba de esto son las y los niños con cáncer que no han recibido sus tratamientos, las personas con VIH que se han quejado de que sus tratamientos no llegan ni completos ni puntuales, o bien, que no pudo contestar en su comparecencia temas básicos de eficiencia y de los supuestos doctores cubanos que contrató y que en lugar de ello, prefirió denostarme como mujer”.
Ingram Vallines agregó: “así que no sólo significa que ya no habrá un titular de la Secretaría que no da el ancho en cuanto hace a la gestión de la misma, porque ahora existe la oportunidad de que las y los veracruzanos tengan, justamente, cuenten con servicios de salud eficientes, pues estamos hablando de la vida misma”.
La diputada resaltó que, con su renuncia, “las mujeres que tenían que lidiar con él en su encargo, se liberaron de un secretario misógino y violentador como lo fue Ramos Alor”.
De manera que confía en que el encargado de despacho de la dependencia “esté a la altura y pronto se dé el nombramiento definitivo de un secretario o secretaria, sensible, preparado, acorde al desafío que representa la salud de las y los veracruzanos”.
Las familias veracruzanas se merecen a alguien preparado, calificado, pero, sobre todo, con sensibilidad.
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