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    Enrique Yasser Pompeyo

    Mesa de Redacción

    Las constantes quejas de los veracruzanos por el “trabajo” que se realiza en la Fiscalía General del Estado, a cargo de Verónica Hernández Giadáns ha llevado a poner sobre la mesa la necesidad de que se retire del cargo.

    De entrada, diferentes colectivos de personas desaparecidas han denunciado de manera pública su falta de apertura al diálogo, así como su carencia de empatía y sensibilidad.

    También han manifestado el rezago que existe en esa dependencia con respecto a los avances en las carpetas de investigación, así como en la identificación y entrega de restos humanos.

    A todo esto, se suma el más reciente caso por el garrafal error que se cometió al detener a un joven como presunto responsable del homicidio-feminicidio de dos reporteras en la zona sur del estado y que resultó que no era.

    Aunque intentaron deslindarse del error y echarle la culpa a la Coordinación Nacional Antisecuestro (CONASE), el daño ya estaba hecho.

    Por ello, los diputados del Congreso del Estado manifestaron que debe evaluarse el trabajo de Verónica Hernández Giadáns al frente del órgano autónomo.

    Cobra relevancia lo declarado por el presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), Juan Javier Gómez Cazarín, quien manifestó: “si hay voces que solicitan, nosotros estamos abiertos; si tiene algo que explicar o que decir la Fiscalía, ya les tocará a ellos”.

    El legislador fue claro: “yo me sumo a la voz del pueblo, si piden una evaluación, por algo será; no se taparán los oídos a lo que manifiesta el pueblo”.

    El “trabajo” de la fiscal ha sido cuestionado por diferentes sectores de la población, incluidos periodistas.

    Por cierto, en ese tema, el diputado Gómez Cazarín, con relación a los crímenes de comunicadores, también dijo: “Lo correcto es que en Veracruz no haya ni un periodista más caído en el ejercicio de su profesión y que la Fiscalía General del Estado haga un esfuerzo al 100 por ciento para que no haya impunidad en casos de agresiones a la libertad de expresión”.

    Ahora se espera que la fiscal sea llamada a cuentas para se haga una verdadera evaluación de su trabajo y que no sea a modo.

    Las familias veracruzanas merecen a una o un fiscal profesional, capaz, con experiencia, pero, sobre todo, con disposición al diálogo y con sensibilidad.

    enriquepompeyo@hotmail.com