Destacado

    Sergio González Levet

    Sin tacto

    Xalapeña hasta las cachas y dueña de una inteligencia notable, la licenciada Patricia Ortega Pardo es una pieza muy importante en el cuidadoso proyecto de rescate de la capital, emprendido por el alcalde Ricardo Ahued Bardahuil.
    ​Hay dos clases de lealtades. Una, la de los fieles a secas, que ofrecen su respeto y voluntad de estar con la causa.
    ​Y está la otra, la de quienes suman a su lealtad el concurso de su talento y su preparación.
    ​Los primeros sirven para alimentar la autoestima o la vanidad.
    ​Los otros, los inteligentes, los capaces, son cruciales para conseguir el éxito.
    ​Patricia Ortega ha participado con Ricardo Ahued desde hace muchos años. Fue su estricta y acuciosa contralora en la primera presidencia municipal de 2004 a 2008.
    ​Cuando el senador Ahued fue llamado por el presidente López Obrador a encabezar las aduanas del país, llevó a la maestra Ortega con él y le hizo una difícil encomienda: diseñar una estrategia para mejorar sensiblemente la administración de las aduanas, que por siglos había acumulado vicios, defectos, corruptelas, desviaciones.
    ​Como Administradora Central de Modernización Aduanera -que ella misma consideró “el reto de su vida”- se puso de inmediato y con toda el alma a trabajar en el más ambicioso proyecto de reestructuración del sistema aduanero mexicano. En el escaso tiempo que Ahued Bardahuil estuvo al frente (del 5 de junio de 2019 al 23 de abril de 2020, diez meses y 18 días), la maestra Ortega Pardo alcanzó a sentar las bases de la modernización de la dependencia, que concluyó con la transformación de la Administración General de Aduanas (dependiente del SAT) a la Administración Nacional de Aduanas de México (todavía dependiente de Hacienda, pero ya con el mismo nivel que el SAT).
    ​Las dos maestrías que ostenta doña Patricia (en Psicología por la Universidad Iberoamericana -donde hizo la licenciatura en Relaciones Industriales- y en Administración por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey) le han servido y le sirven para ser considerada una experta en el tema de la administración, a lo que hay que agregar que fue la directora fundadora de la escuela de Administración en la Facultad de Comercio de la UV.
    ​Como era obvio, Patricia Ortega Pardo se integró al equipo del alcalde electo y después tomó posesión como Directora de Ingresos de la comuna xalapeña, un área muy delicada en la que tuvo una tarea discreta, importante y específica, que ha cumplido a satisfacción.
    ​Pero el Ayuntamiento de Xalapa y la ciudad enfrentan problemas enormes, que se agravaron con los cuatro años lastimosos de Hipólito Rodríguez. Por eso Ricardo Ahued Bardahuil trabaja sin descanso todos los días y todo el día en su afán de poner orden en el desbarajuste que recibió.
    ​Y por eso ahora Patricia Ortega Pardo se encamina a hacer otra misión imposible, de ésas en las que ella tan bien se sabe manejar, para cumplirle a su jefe.

    sglevet@gmail.com