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    Uriel Flores Aguayo

    El Presidente López Obrador, va a decidir la candidatura presidencial de su partido a partir de algunas consideraciones básicas: simpatía personal, encuestas, continuidad y fortaleza opositora. Si es por simpatía la candidatura recaerá en Claudia o Adán; si es por encuesta o competencia real de la oposición será Marcelo. Veo remota la posibilidad para Monreal, aunque, junto al Canciller, sea el de más estatura política.

    El Presidente no come lumbre y tampoco es suicida, aunque corre el riesgo de confiarse desproporcionadamente si la oposición sigue con sus flaquezas. En un peligroso acto de audacia podría apostar todo a su popularidad y operación de Estado para sacar adelante a su candidatura, la que sea. Con Claudia y Adán tiene seguro su legado y una continuidad en lo general; con Marcelo no. La candidatura presidencial va a incidir en las de gobernador, como en Veracruz. Si son sus pupilos y amigos, el también decidirá las candidaturas de gobernadores; si son los aliados, tendrá que negociarlas. En términos normales habría un criterio de compensación: si los candidatos son Claudia o Adán, no habría candidatura para Nahle; si es Marcelo, ella tiene mayores posibilidades condicionada a su posicionamiento; no estaría totalmente segura porque únicamente tendría el apoyo del aparato Estatal que, en esencia, es de papel y no podría garantizar la mayoría electoral. En ambos escenarios de las aspiraciones presidenciales se abre la posibilidad para Sergio, Ahued y Manuel. Los tres tendrían el visto bueno del Presidente, ya dependería cómo lleguen políticamente en un año y fracción. Manuel es el más antiguo Obradorista, goza de toda la confianza de AMLO y tiene la presencia que le da coordinar los programas sociales. Prácticamente sin desgaste se encuentra bien posicionado públicamente con sus apariciones en la entrega de recursos, sin omitir que opera la estructura de los llamados servidores de la nación. Es un serio aspirante a la gubernatura. De Ricardo Ahued, basta decir que es Senador con licencia, Alcalde en funciones y que mantiene altos índices de credibilidad, visto con respeto por la población. Si se lo propone puede obtener la candidatura a gobernador. Sergio es la novedad política en Veracruz, en pocos meses se ha posicionado como político con nombre propio y serio aspirante a la gubernatura. Es un caso singular que tiene sus méritos. Recorriendo, dialogando y dando resultados ya está en los niveles que se requieren para ser tomado en cuenta. Son cuatro los nombres a considerar para la candidatura de Morena en Veracruz, nadie debe descartarse. Estarán presentes las circunstancias que se nutren de factores variables. Ante el momento de la designación lo importante es estar ahí. Se hace camino al andar. Cometen un fatal error los otros aspirantes, si los hay, en no desplegar alguna estrategia efectiva de posicionamiento. Hay funcionarios estatales que aparecen por ahí con recursos oficiales, pero están muy lejos de colocarse en el imaginario público. Los que llegaron al poder local por el impulso de AMLO, se han ido por la fácil: disfrutar el poder y crear un tigre de papel. Sus aspiraciones desmedidas tienen bases huecas. Si acaso podrán acceder a alguna candidatura a diputados.

    Prácticamente el escenario local se va definiendo. Ahí están cuatro nombres, entre ellos está la candidatura oficial. Ser candidato o candidata no garantiza llegar a la gubernatura, además de a la oposición tendrán que superar los puntos negativos de la actual administración. Entre más tiempo transcurra sonarán con mucha fuerza los nombres de Sergio, Rocio, Ricardo y Manuel. Hagan sus apuestas y vayan agrupándose. Veracruz merece lo mejor.

    Recadito: de reconocerse la actitud de apertura y trabajo del Alcalde AHUED.
    Ufa.1959@gmail.com