Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Mientras en la entidad veracruzana continúan los feminicidios, los crímenes de odio y liberan a feminicidas, la titular de la Fiscalía General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, pasea por la entidad con el pretexto de acudir a eventos turísticos.
La funcionaria del “ente autónomo” prefiere acudir a actos que corresponden a otras áreas gubernamentales que atender las demandas de familiares a quienes les han asesinado a su madre, a una hermana, a un hijo, o a un integrante de la comunidad lésbico-gay.
Este jueves, en Xalapa, como lo dieron a conocer los medios de comunicación, dos jóvenes denunciaron que, por una incorrecta integración de la carpeta de investigación, se liberó al presunto feminicida de su mamá.
El feminicidio, ocurrido en 2016 en su domicilio de la calle Betancourt, en pleno centro de Xalapa, conmocionó a la sociedad, pues la víctima, académica dedicada a la difusión de la cultura y la educación, era muy apreciada.
En otro hecho distinto, integrantes de la comunidad LGBTTTQ+ marcharon por las principales calles de la ciudad para denunciar que existe desidia por parte de la Fiscalía General para atender y resolver los crímenes de odio que, en lo que va del año, suman 22 casos en todo el territorio estatal.
Tampoco se debe olvidar a los miles de desaparecidos, cuyos colectivos de familiares hacen todo el trabajo, pues por parte del “ente autónomo” no se observa avance alguno.
¿Cuáles son las prioridades de la fiscal? Queda claro que procurar justicia, no. Para los ciudadanos, Verónica Hernández carece de empatía y de interés.
El discurso de “cero impunidad” contra las mujeres es una burla para los veracruzanos.
Como se observa, Hernández Giadáns parece más una “dama de compañía” que fiscal general del estado.
Parecería que forma parte de un séquito en lugar de representar y ser la titular de un “ente autónomo” como la Fiscalía General de Veracruz.
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