Guadalupe H. Mar
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EL PODER JUDICIAL … Hoy en nuestro México pareciera que ya se olvidó que desde 1824 se estableció el régimen republicano democrático representativo federal, por lo que el ejercicio del Poder Soberano se divide en tres órganos, el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, cada uno con su ámbito de acción, con funciones específica que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos expresa.
Esa división de poderes anti tiránica, como lo expuso hace 105 años Venustiano Carranza Garza, entonces encargado del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos, al iniciar los trabajos del Congreso Constituyente del que surgió nuestra actual Constitución Política, la de 1917, es la que ha mantenido en equilibrio a nuestro país en la última centuria pese a todas sus vicisitudes.
Insistimos, hace 105 años, en el Teatro Iturbide de la ciudad de Querétaro, Venustiano Carranza Garza expuso ante congresistas de todo el país que: “lo primero que debe hacer la Constitución política de un pueblo es garantizar, de
la manera más amplia y completa posible, la libertad humana, para evitar que el gobierno, a pretexto del orden o de la paz, motivos que siempre alegan los tiranos para justificar sus atentados, tenga alguna vez limitar el derecho y no respetar su uso íntegro, atribuyéndose la facultad exclusiva de dirigir la iniciativa individual y la actividad social, esclavizando al hombre y a la sociedad bajo su voluntad omnipotente”. https://bit.ly/3KQT5VY
Cien años después, el tiempo y las circunstancias le están dando la razón a Venustiano Carranza, pues la “voluntad omnipotente” de la que hablaba y temía, hoy la estamos padeciendo en México.
Testimonios de esa pretendida omnipotencia “negrean”, como dicen en la Cuenca del Papaloapan, pero baste citar como ejemplo que viene como anillo al dedo para referirnos a esa “voluntad omnipotente”, el sistemático ataque de los titulares de los poderes ejecutivos federal y veracruzano en contra del Poder Judicial en general, que hoy da pena ajena porque no se defiende, ni chista siquiera, ante los sistemáticos ataques, señalamientos y acusaciones de corrupción de parte del ciudadano presidente de la república Andrés Manuel López Obrador y en lo local, del mandatario estatal Cuitláhuac García Jiménez.
López Obrador a través de sus empleados ya dio nombres de algunos de esos presuntos jueces corruptos. En Veracruz, por el contrario, se filtran a los medios de comunicación al estilo de Poncio Pilatos.
Por eso amables lectores, hoy en el imaginario colectivo nacional, léase entre la llamada raza de bronce, existe la creencia de que los representantes del Poder Judicial, tanto federal como estatal, que incluye a ministros y jueces, son corruptos, ineficientes y, por si fuera poco, hasta flojos, porque no barren sus oficinas.
Aquí entre nos, la magistrada presidenta del Poder Judicial de Veracruz, Isabel Inés Romero Cruz, debiera poner el ejemplo a sus subordinados, agarrando la escoba y el trapeador para limpiar sus oficinas en esta época de crisis, pues el mejor maestro es quien hace las cosas para demostrar su pasión.
Recontraporcierto, sabía usted amable lector que el presupuesto del Poder Judicial veracruzano para este año fue de mil 931 millones 216 mil 538 pesos, uno de los más altos en esa entelequia llamada gobierno del estado de Veracruz.
Por ello, la magistrada presidenta del PJV, Isabel Inés Romero Cruz, regañó como chamacos a los jueces y juezas “inconscientes”, por solicitar recursos hasta para comprar escobas, útiles para los baños o para pagar a quien haga chapeo en áreas verdes, cuando ellos pueden hacerlo.
Caray, solo faltó que les dijera que no tienen llenadera.
Lo peligroso para nuestro país es que de tan sobajado que está el poder judicial de Veracruz, al rato se promueva su extinción, total ni barrer saben.
DÍGALO SIN MIEDO … Al correo electrónico guadalupehmar@yahoo.com