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    Rafael Arias Hernández.

    Mutatis mutandis

    Imposible ocultar lo que pasa. Obligadamente hay que insistir en el tema. La realidad se complica. Inseguridad presente, informalidad creciente, llega a casi 57% de los ocupados, alto desempleo y subempleo

    Demasiados gobernantes y funcionarios no entienden, ni atienden la cuestión económica, bien y a tiempo.

    En su lugar. Las amas de casa, expertas en el tema diario, prueban y comprueban que el ingreso que manejan simplemente no alcanza y como se reduce su capacidad de pago. Ellas y en general las familias, viven y padecen los efectos de la inocultable alza de precios.

    Sigue adelante la crisis económica anunciada, caracterizada por estancamiento o recesión, con un pobre crecimiento de menos del 1% anual en el PIB; y con un notorio crecimiento de precios que coloca a la inflación en promedio general, en más del 8.6%, pero que en realidad para los grupos de ingresos bajos y medios representa una pérdida acumulada superior.

    Bien se sabe que la inflación presente y actuante, es de más del 15%, afecta de inmediato a múltiples actividades y se extiende a toda la economía en general.

    ¿Qué hacemos respecto a lo que padecemos y tiende a afectarnos más? ¿Exigimos a los responsables oficiales, de la elaboración y aplicación de políticas económicas efectivas? ¿Qué hay de los encargados de atender y resolver los problemas que afectan a todos? La respuesta general, excepciones aparte, es el conformismo y la indiferencia ciudadana y social.

    Lo cierto es que poco o nada hacen los encargados y responsables oficiales, esto es, gobernantes, funcionarios y servidores públicos en general, que obtienen los conocidos y padecidos resultados.

    Todo esto y más, sigue sucediendo, a pesar de lo innegable e inocultable: los grandes esfuerzos y sacrificios que realiza día a día, la población que todo padece, soporta y tiene que pagar.

    En fin, con ánimo de entender y atender, necesidades y problemas prioritarios, de debe empezar por reconocer que, respecto a las crisis económicas, no hay respuestas claras y precisas, mucho menos actualizadas y efectivas. Eso sí, lo que si es cierto y comprobable es que el mensaje de los que dicen gobernar es evasivo, superficial y, en general, más de lo mismo. Resaltando que, de muchas formas, se dedican más a simular, distraer y entretener.

    Por ahora, lo evidente es que sigue la crisis económica con más inflación, mayor pobreza, creciente delincuencia e inseguridad pública, dentro y fuera de los gobiernos. Es notorio, además, que no hay política económica gubernamental oportuna y concreta, suficiente y eficiente. Ni siquiera parecida a la de nuestros vecinos los EEUU.

    El reto es pues, actualizar y renovar cuanto antes la presencia e intervención de los gobiernos en la economía, asegurar que cumplan con sus responsabilidades y dotarlos de mayor alcance y efectividad, para favorecer también, todas las políticas y acciones oficiales.

    Para lograrlo hay que identificar y atender de inmediato, prioridades y urgencias, así como combatir y desaparecer injusticias; reducir y eliminar desigualdades, para que se garanticen libertades y derechos humanos a todos, ante crecientes oportunidades.

    Ya se ha dicho y se debe insistir. Hay que revisar cuanto antes, la estructura y funciones de la administración de las finanzas públicas, para incrementarlas y usarlas con efectividad. Imprescindible, insistir en la importancia de disponer de finanzas sanas, equilibradas y crecientes.  

    Nada fácil, porque la nueva e innovadora política financiera tiene y debe ser más amplia y efectiva, más sana y equilibrada, pero sobre todo más responsable. Tanto en las fuentes de recursos y su mejor integración, para una buena administración pública; como en los alcances del ejercicio presupuestal, su aplicación fundamentada y puntual, así como  la integración y evaluación de resultados, como las repercusiones de la inversión realizada; el manejo de la deuda, su monto, plazo, intereses, gastos y otras disposiciones; lo referente a los déficits, las tasas de interés- Todo esto y más, cumpliendo siempre, con la obligada transparencia y el garantizado acceso a la información, la ineludible rendición de cuentas y la verdadera fiscalización, e incluso el impulso y fortalecimiento de la necesaria contraloría social. Todo lo anterior y más, para poder enfrentar desigualdad y marginación, impulsar el bienestar y asegurar la ampliación permanente de oportunidades disponibles.

    Para lograrlo hay que participar y asumir responsabilidades y obligaciones, que hagan posible identificar y atender de inmediato, prioridades y urgencias, así como combatir y desaparecer injusticias; y reducir y eliminar desigualdades, para que se garanticen libertades y derechos humanos a todos.

    Por lo pronto, crece el esfuerzo y sacrificio de los millones mexicanos que han tenido que salir del país, en busca de trabajo e ingresos para sobrevivir.  La noticia es que para 2022, ya pasan de 58 mil 500 millones de dólares.

    México segundo país exportador de pobres en el mundo.

    -Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH