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    En la vida y en el servicio público, hay distintas formas de traicionar, Raúl Paz lo hizo en forma cínica, traicionando y abandonando al PAN y entrando por la puerta grande a Morena un día antes de la votación para que las fuerzas armadas continuaran en las calles hasta el 2028.
    Pero hay otras formas soterradas de traicionar y de bajo perfil; es el caso de la Senadora panista, la morena Indira Rosales San Román, quien no acudió este miércoles a esta importante votación en el Senado de la República.
    No hay que pasar por alto que, en esta votación, donde Morena y el propio titular de la Secretaria de Gobernación, Adán Augusto compraron a priistas y panistas, la propia Indira Rosales pudo haber sido un voto menos como “moneda de cambio” con la Cuarta Transformación.
    Se decía en los pasillos del senado que la senadora veracruzana puso mil pretextos para no acudir hoy al pleno; no sabemos si se excusó con el líder nacional del PAN, Marko Cortés, y a saber que pretexto le dio, y si es de mucha razón su falta, para que no se vea que también recibió instrucción de quien despacha en Bucareli.
    ¿Acaso la senadora yunista-morenista se vendió por 30 monedas de plata? De cualquier modo, hoy quedó en evidencia su complicidad con Morena, y que las ruedas de prensa de los lunes en el comité estatal contra Cuitláhuac, son un guión más en la actuación de la Senadora morena.