Miguel Ángel Gómez Ruiz
Contrapunto
Hace apenas unas horas, un medio local xalapeño publicó una nota sobre una trabajadora del PAN que denunció que fue víctima de maltrato, acoso sexual y laboral, misoginia y violencia de género.
La nota, mal redactada y con evidentes signos de que fue escrita con mala intención y con posible beneficio económico, trata de perjudicar al diputado local Enrique Cambranis Torres y al dirigente del PAN, Federico Salomón Molina.
De acuerdo a un sondeo realizado con algunos trabajadores del PAN estatal la denunciante, Verónica del Ángel León forma parte del grupo de Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, que por muchos años, junto con su familia se apodero de territorio y voluntades en la zona de Tantoyuca.
Tras el triunfo de Federico Salomón, refrendado en tribunales, es obvio que hubo malestar en el exdirigente y por ende, entre sus colaboradores, los cuales algunos continuaron laborando en la sede estatal, supongo que –a final de cuentas- importa más el partido que los nombres y las posiciones.
Aunado a ello, no podemos olvidar que el PAN que dirigió Guzmán Avilés estuvo auspiciado y coludido con Morena, lo que representó un decrecimiento en simpatías y votos, así de simple.
Conozco a Enrique Cambranis y a Federico Salomón. Ambos son personas de bien. En el caso de Cambranis fue dirigente estatal, una persona enérgica, de trabajo y seriedad. Cuenta con una familia a la que ama y que ha estado con él en momentos difíciles, sobre todo en cuestiones de salud.
De Federico Salomón puedo asegurar que mantiene amistad con muchos panistas de distintos grupos y no he sabido que haya tenido alguna diferencia o choque con alguien. Es un hombre noble que tiene la intención de hacer lo mejor para el partido, sobre todo ahora que Tito Delfín Cano fue encarcelado nuevamente gracias a los caprichos del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y su empleada, Verónica Hernández Giaddans.
Algo más que puedo decir sobre el tema es una simple recomendación a ambos, seleccionen mejor a sus amistades y colaboradores.
Poder Judicial de Veracruz, en el ojo del huracán
Es difícil no darse cuenta del desorden que priva en el Poder Judicial de Veracruz. Su titular, Isabel Romero Cruz –ante su evidente falta de capacidad y conocimientos- permitió que desde el gobierno del estado e inclusive de la Legislatura local, se entrometieran a tomar decisiones de todo tipo y que ocasionó que hoy día, abogados y justiciables estén inconformes, por ejemplo, con el cierre de juzgados, el excesivo gasto en servicios y la falta de mantenimiento en muchos lugares.
Uno de los temas más polémicos ha sido el traslado de juzgados, como fue el caso del juzgado de Pacho Viejo, situado al interior del penal y que fue movido a Naolinco. El caso de los dos juzgados del puerto de Veracruz, -civil y de lo familiar- y que fueron cambiados a Cardel. Quizá ella no lo entienda Isabel Romero Cruz, pero hay muchas familias afectadas por la grave situación económica del país, que no tienen recursos para viajar aunque sea a 10 kilómetros del puerto.
Sobre todo, en el tema del juzgado familiar, al que recurren muchas mujeres para pelear por una pensión económica a favor de sus hijos. En muchos casos tendrán que pagar pasajes ida y vuelta, con los hijos llevados de la mano, con la necesidad de comprar algo de comer y otros gastos. En fin.
Del mismo modo, abogados y trabajadores de distintos juzgados en la entidad denuncian que no sólo gastan en copias, material para trabajar y hasta en productos de limpieza. En el caso de un juzgado de lo familiar en Orizaba resulta que no se pagó el recibo de luz y por ende, sufrieron el corte del servicio. Van dos días en los que no hay luz y eso perjudicó a todos.
Encima, en muchos lados hay problemas con la infraestructura por falta de mantenimiento. Ya inició la época de nortes en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. En pocos días seguramente publicaremos que habrá ventanas destruidas en la ciudad judicial y veremos –quizá- otra vez expedientes volando por varias cuadras del puerto. No es fácil decir si los ahorros han sido excesivos o la pendejez de los que mandan en el Poder Judicial aumentó a placer.
Cuitláhuac García, sin despertar
El gobernador Cuitláhuac García sigue durmiendo. Sus sueños –fantasiosos en exceso- le hicieron creer que en el estado que mal gobierna no había homicidios. Inclusive lo presumió en twitter, al asegurar que en un día, no hubo reporte de homicidios en Veracruz y que al contrario, en Guanajuato, un estado gobernado por la derecha, había reportado 22 homicidios.
Desde luego, a las pocas horas se reportaron varios homicidios en distintas regiones. Lo mismo en Álamo, en las Altas Montañas, en Xalapa, en Hidalgotitlán y así, todo su gozo se fue al pozo.
Inclusive, olvidó que Veracruz ocupa el segundo lugar nacional en secuestros y feminicidios en 2022. Además, el abigeato está a todo lo que da y las extorsiones a comerciantes en toda la entidad están a flor de piel. De hecho, dependencias como la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General de Justicia fracasaron estrepitosamente.
PD Sigue sin haber respuesta de parte de Isabel Romero Cruz sobre el amparo que logró el magistrado Marco Antonio Lezama Moo. Ella incurrió en desacato y quiere irse sin reponerlo en su cargo. Al final, el daño será para el Poder Judicial cuyos supuestos ahorros se irán al abismo. No sólo el magistrado Lezama Moo regresará, sino que se le tendrán que pagar todos los meses que ha estado parado.
En el caso de la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros el daño también fue grave. Pues se le destituyó pese a un decreto de la Legislatura de Veracruz en 1997. Ella era inamovible, pero el odio de Isabel Romero Cruz pudo más. A pesar de eso, Castañeda Palmeros también volverá, aunque la presidente ya no esté laborando pues –gracias a Dios- se irá el 30 de noviembre a su mundo de caramelo.