Luis Alberto Romero
Hora cero
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI, dio a conocer el indicador mensual de la actividad industrial, en el que destaca un descenso de Veracruz, de 2.4 por ciento con relación al mes previo; y de 6.3 por ciento, en cifras comparadas con el año anterior.
En pocas palabras, la actividad industrial de Veracruz se redujo de forma considerable, sobre todo porque el estudio consigna una baja importante con relación a 2021, cuando la economía estatal, nacional y mundial estaba todavía más deprimida por los efectos de la pandemia de Coronavirus.
Indica INEGI que la entidades que registraron los aumentos mensuales más pronunciados en su actividad industrial, en términos reales, fueron: Tlaxcala, Tabasco, Chiapas, Coahuila, Colima y México.
Veracruz no se ubicó en el grupo de los estados con crecimiento industrial; por el contrario, está entre los 11 con decrecimiento. Incluso, fue la tercera entidad cuya actividad económica cayó más durante junio del presente año. Sólo Baja California Sur y Campeche tuvieron peores cifras que las veracruzanas.
Es un tema que debería preocupar porque esa tendencia se mantiene, más temprano que tarde tendrá un efecto negativo en el empleo.
Otra fuente, la organización no gubernamental México Cómo Vamos, consigna un muy bajo crecimiento económico estatal, 0.7 por ciento al primer trimestre del presente año, lo cual ubica a la entidad muy lejos de la meta del 4.5 por ciento anual.
De acuerdo con dicha organización, Veracruz, lejos de generar empleos, hay una reducción en la ocupación. Al corte de septiembre del presente año, en la entidad se perdieron 897 empleos.
Las proyecciones más alentadoras esperaban una generación de más de 50 mil plazas durante el año; no sólo no se generaron, se perdieron casi 900 empleos.
Las tablas de la ocupación en Veracruz consignan una caída dramática en el empleo a partir de abril de 2022, cuando los indicadores se desplomaron. Entre junio y julio del presente año, la pérdida fue cercana a los 11 mil espacios laborales. Posteriormente comenzó una ligera recuperación en el empleo, pero la entidad sigue muy lejos de los niveles registrados previo a la pandemia.
Otro indicador: la pobreza laboral registra un repunte significativo en la entidad, al pasar de 50.4 a 51.9 por ciento. Casi 52 de cada 100 veracruzanos no perciben un ingreso suficiente para adquirir la canasta alimentaria básica.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en su informe correspondiente a 2020, indica que 58.6 por ciento de la población de la entidad es pobre; y que 13.9 por ciento enfrenta condiciones de pobreza extrema, en tanto que 21.7 por ciento se considera vulnerable por carencias sociales. A partir de ahí resulta comprensible la dependencia de miles de familias veracruzanas de los apoyos asistenciales y programas sociales, sin los cuales, la realidad de más de la mitad de los habitantes del estado sería todavía peor.
Los ataques contra Julen
El senador Julen Rementería sigue con el trabajo para lograr una reclasificación de las tarifas eléctricas en Veracruz. Estuvo en Coatzacoalcos y poco después, en Poza Rica, donde recaba firmas de ciudadanos que piden menores cobros por el consumo de luz. Es una vieja demanda veracruzana, que ha retomado el ex alcalde, quien mide a la perfección la simpatía que despierta esa causa.
En esa empresa ha enfocado sus esfuerzos el senador panista y precisamente a ese trabajo atribuyen sus simpatizantes las acusaciones que le han enderezado por un presunto daño patrimonial a su paso por la Secretaría de Obras Públicas del gobierno estatal.
No falta, entre los panistas, quien atribuya los señalamientos contra el senador Rementería, a quien ubican como una de las cartas de la oposición rumbo a 2024, a un enfrentamiento con Morena o a un intento por frenar sus aspiraciones sucesorias.
Lo cierto es que el legislador veracruzano es de las pocas voces que han endurecido el discurso contra el movimiento de la 4T. @luisromero85