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    Bernardo Gutiérrez Parra 

    Desde el Café 

    Llegó precedido de mala fama pues en 2016 se vio involucrado en un escándalo de extorsión a un empresario regiomontano. Si bien no pisó la cárcel, fue destituido como director del Centro de Operaciones Estratégicas (CEO) de Nuevo León y enviado a la banca de donde lo sacaron dos años después para ponerlo como titular de la SSP de Veracruz.

    En su hoja curricular destacaba un doctorado que nomás no existe en la institución educativa donde dice que estudió. Sólo por esa mentira era para que lo hubieran chispado, sin embargo le franquearon la entrada. 

    En una de sus primeras entrevistas dijo que Veracruz le encantaba y se quedaría a vivir una vez que concluyera la encomienda que le había asignado el gobernador Cuitláhuac García. (Lo cierto es que Cuitláhuac no le asignó nada; se lo empotraron de allá arriba y no tuvo de otra que aceptarlo al frente de la policía estatal).

    Pero no concluyó la encomienda porque ayer por la noche el regiomontano Hugo Gutiérrez Maldonado presentó su renuncia como Secretario de Seguridad Pública y se fue.  

    En el tercer párrafo de su dimisión dirigida al gobernador le dice: “…Y como bien usted conoce mi situación personal, debo atender cuestiones muy personales que me reclaman e impiden seguir destinando todo el tiempo que este encargo demanda…”.

    ¿Será? 

    A Hugo Gutiérrez le empezó a trepidar el suelo cuando el hackeo de Guacamaya a la Sedena puso al descubierto su probable colusión con la delincuencia organizada. 

    A pesar de que en su dimisión dice que deja un estado más seguro que cuando llegó, la realidad lo desmiente. Deja un Veracruz ensangrentado y a una de las policías más podridas del país. 

    Durante su mandato elementos de la SSP fueron acusados de matar a golpes a dos detenidos en el cuartel de San José; pero también han sido denunciados por extorsión, abuso de autoridad, brutalidad policiaca, robo, amenazas e incluso por asesinar y desparecer a sus compañeros.   

    La semana anterior policías ministeriales detuvieron a Alan Ciprián, director operativo de Seguridad Pública; a Ricardo de Jesús, delegado de Seguridad Pública en Veracruz y a dos elementos más por su probable participación en la desaparición forzada de Juan Alan Cuetero “El Archie”, que trabajaba en el área operativa de la SSP. 

    Todo apunta a que elementos de la propia SSP lo emboscaron el 29 de mayo y desde entonces no se ha vuelto a saber de él. 

    ¿Por qué lo desaparecieron? Esa es una pregunta para la que aún no hay respuesta, pero cuando se conteste es posible que embarre a Hugo Gutiérrez. 

    Bajo el mando del regiomontano la policía estatal, que ya era corrupta, se corrompió más y también todo apunta a que está aún más infiltrada por la delincuencia. “Encontró una policía pésima, pero la dejó peor de tanto que la prostituyó”, me comentó una fuente de la propia SSP. 

    En su carta de renuncia presume que hace unos días López Obrador dijo que Veracruz es un estado más seguro. Como si fueran dignas de crédito las palabras de un mitómano. 

    Nada habló de las masacres, los cercenados, los feminicidios, los homicidios dolosos, los secuestros y desapariciones forzadas ocurridas en los cuatro años y meses que estuvo como responsable de la SSP. Nada dijo de la casi nula protección que brindó a los veracruzanos. Nada habló de la impunidad de la que gozan los elementos de la SSP, de la mala calificación que tienen a nivel nacional y del pavor que provocan en algunos municipios. 

    Hugo Gutiérrez simplemente agarró sus chivas y se fue porque le dijeron que lo mejor para él era que se largara. Y a estas horas ya debe ir lejos, bien lejos, no sólo del estado en el que prometió vivir, sino de la temida prisión de Pacho Viejo. 

    Ni farolón ni farolero 

    Es casi seguro que los potilicastros de ocasión no dejarán pasar la oportunidad de denostar a Hugo Gutiérrez Maldonado por su pésima labor al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, cuando hasta antes de que el regiomontano presentara su dimisión miraban hacia otro lado. 

    Y es que así son; oportunistas y buenos para la foto. 

    Una de les excepciones es el líder estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, que al saber de la renuncia del ahora ex titular de la SSP, escribió en sus redes: “En 4 años he insistido en la necesidad de un cambio de rumbo en la estrategia de seguridad, elevando la voz ante los medios de comunicación y en @legisver por mayor presupuesto para @SP_Veracruz. La renuncia de @HGutierrez_M no resuelve nada, solo cambiarán para seguir igual”.

    Al texto lo acompañó con un collage de notas periodísticas que dan fe de sus críticas a la falta de estrategia de seguridad, casi desde que Hugo Gutiérrez llegó a la titularidad de la SSP.  

    Es decir, al también diputado local nadie lo puede acusar de aprovechar la coyuntura para andar de farolón o salir a farolear.  

    bernardogup@hotmail.com