Bernardo Gutiérrez Parra
Desde el Café
Hasta ayer iban 61 ediles asesinados en lo que va de la presente administración. Nunca habían asesinado a tantos en tiempos de paz. Nunca en tiempos de paz habían asesinado a 15 periodistas en menos de un año (este 2022) ni a 35 en cuatro años y meses.
Una de las banderas, de las muchas a las que se agarró López Obrador para engañar incautos, fue la defensa y protección de los activistas defensores del medio ambiente, defensores de las minorías, de los derechos humanos, etc. En esta administración han sido asesinados 177. Lo que nunca había sucedido.
En lo que va del sexenio han sido asesinadas de manera dolosa 132 mil 613 personas. Algo que tampoco había sucedido.
Mientras en agosto se registraron 2 mil 618 asesinatos y 71 feminicidios para un total de 2 mil 689 muertes violentas, lo que dio un promedio de 86.7 asesinatos por día, en septiembre se contabilizaron 2 mil 644 asesinatos con violencia y 78 feminicidios que sumaron 2 mil 722 homicidios, lo que dio un promedio de 90.7 asesinatos por día.
Lo que tampoco había sucedido jamás en “tiempos de paz” es que se registraran 342 masacres en ocho meses (de enero a agosto), esto da un promedio de una masacre cada 24 horas.
Pero lo que aplasta es el tamaño del cinismo de la encargada de seguridad, la señora Rosa Icela Rodríguez, que a pesar de esos números ha tenido la procacidad de asegurar que los delitos violentos van a la baja, cuando la realidad tiene otros datos y muy macabros.
López Obrador y sus chalanes siguen en lo mismo; empeñados en culpar al pasado de las matanzas de este sexenio. “Es la herencia que nos dejaron los gobiernos neoliberales” dice una y otra vez el presidente. “Desde luego hay hechos lamentables todavía, pero es un legado de políticas neoliberales que nunca atendieron el fondo de las cosas…”, repitió la semana anterior el gobernador Cuitláhuac García. Y le siguió…
“El presidente de la república manifestó en varias ocasiones que Veracruz es ejemplo de cómo se ha descendido en la inseguridad, proporcionando mayor seguridad a la sociedad. Y ha manifestado que son varios cambios entre ellos el haber cambiado al fiscal general. Eso es lo que ha dicho a nivel nacional y no solamente una vez sino varias veces un presidente que no miente”.
Fuuuta…
A lo largo de su historia México ha tenido gobernantes autoritarios y ladrones; corruptos y ladrones; frívolos y ladrones; despilfarradores y ladrones; asesinos y ladrones; mentirosos y ladrones. También ha padecido presidentes que han sido hijos de madre pecadora y (bendito sea Dios) los ha tenido honestos, decentes y honrados.
Lo que nunca había tenido es un gobierno como el de hoy: autoritario, corrupto, ladrón, deshumanizado, sectario y polarizador. Un gobierno cuyo presidente miente, fustiga, humilla y deshonra desde sus mañaneras para luego hacerse la víctima.
Un gobierno cuyo presidente pretende ignorar que sus achichincles están resultando más bandidos que los de antes.
Un gobierno pusilánime y arrogante que no quiere ver que el 73 por ciento del territorio nacional está infiltrado por bandas de delincuentes que han hecho correr ríos de sangre. Un gobierno al que no le interesan los pobres pero sí la pobreza, tanto que ha aumentado en 6 millones el número de pobres y miserables.
“Peor no podemos estar”, escribió un analista político. Pero sí podemos si López Obrador alarga su mandato (mediante un títere en la presidencia) después del 2024.
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