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    Julio Vallejo

    Línea delgada entre mi opinión y la tuya

    6:25 de la mañana suena el despertador de la habitación; todo soñoliento y sin ganas de ir a la escuela; me levanto a la edad de 12 años, el desayuno está en la mesa, pero la pereza es más grande que el sabor de lo servido, un plato frío de ayer, es lo que hay para comer, el bote del pancho pantera vacío y el grito del reloj que se hace tarde para ir al plantel, es lo que hay para empezar el día.

    Para no irme sólo a la escuela paso por mi vecino, entro a su casa como todos los días, no era su compañía lo que me atraía de él, sino su desayuno que le hacían todos los días, como no recordarlo, si parecía un rey, la mesa servida con un mantel blanco, el plato de color mostaza, a la par de la taza del café de la mamá, junto a él, un vaso grande, más bien enorme, lleno de Cal-C-Toce, dos pastillas de vitaminas y tres enfrijoladas con mucho queso blanco.

    Recuerdo que en pleno acto cívico, era raro ver como se desplomaba el vecino.

    En las últimas semanas, es frecuente ver, que en varios colegios del país, jóvenes se estén desmayando, tal vez no le demos importancia al asunto por ser casos muy aislados, sin embargo las autoridades Educativas, Salud, Seguridad Pública y los mismos padres de familia están subestimando la crisis.

    Endulzar los acontecimientos; tenía un sabor raro.

    “Me dijeron que ahí fueron a tirar la droga, al ladito de la cancha, yo fui a rellenar ahí mi agua y directo me la tomé”, ésta es la versión de Lupita originaria de Chiapas de 11 años.

    Intoxicación masiva en escuelas Mexicanas.

    En el Estado de Veracruz se está presentando el mismo caso, muestra de ello son en los diferentes municipios: Álamo más de 40 niños de la Secundaria Técnica 67 se intoxicaron, en el CBTIS 165 de Coatepec, durante una ceremonia del Plantel más de 20 alumnos se desmayaron; en el CETIS de Río Blanco se intoxicaron más de 50 alumnos por presuntos “brownies mágicos”. Por otro lado, en Hidalgo también se presentó este acontecimiento, en las últimas semanas.

    En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; no fue uno, si no tres colegios: Cobach 33, Polyforum y Bochil, más de 100 niños de secundaria se desmayaron y se intoxicaron.

    Lo más preocupante es que desde el 2017, la táctica de “enganche” ya se venía dando a través de la venta o regalo de golosinas, pastelillos, donas, pizzas y otros alimentos que contienen drogas. Esto con la finalidad de tener más incremento en los consumidores.

    No sólo en nuestro país persiste la situación;  17 jóvenes de una escuela de Colombia en mayo del presente año, convulsionaron con espuma en la boca y nauseas; siendo hospitalizados. Al practicarles los exámenes correspondientes, dieron positivo y les detectaron Cocaína, 5 de ellos murieron.

    Este es un llamado a toda la sociedad y autoridades Federales, Estatales y Municipales para poner cartas en el asunto; principalmente a las familias para cuidar de nuestros hijos, escuchémoslos, vigilemos qué hacen, con quién están, con quién se llevan, qué ven en la tv y todos los movimientos que hagan; están muy proclives y expuestos a tiempos llenos de perversidades, sobre todo a las drogas y al crimen organizado.

    A la Secretaría de Educación, le exhorto a poner más ojo en el asunto, porque se están dando en planteles educativos. Tú qué opinas.