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    Juan Antonio Nemi Dib

    “Obras son amores, y no buenas razones.”

    Lope de Vega

    No hay vuelta de hoja, «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Este no es un argumento ideológico y tampoco propaganda política.

    Es la Declaración de Principios de la Organización Mundial de la Salud, filial de la ONU, integrada por 194 países y dos más en calidad de asociados. El artículo 4º de la Constitución Mexicana dice que: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud”.

    De acuerdo con la Fundación HUMANIUM, “…El derecho a la salud obliga al Estado a garantizar a los ciudadanos la posibilidad de poder disfrutar del mejor estado de salud que sea posible. Esto significa que la condición de salud dependerá de cada individuo y que el Estado debe garantizar el mismo acceso a la atención médica al todo el conjunto de su población. Así, el derecho humano a la salud se divide en varios derechos específicos que los países deben asegurar: el derecho a un sistema de protección de la salud, el derecho a la prevención y a tratamientos preventivos para luchar contra la propagación de enfermedades, el derecho al acceso a los medicamentos esenciales, la promoción de la salud materna e infantil, el derecho de todos al acceso a los servicios de salud apropiados y el derecho a la educación y la concienciación sobre la salud”, entre otros.

    En México, el artículo 25 de la Ley General de Salud afirma que: “Conforme a las prioridades del Sistema Nacional de Salud, se garantizará la extensión progresiva, cuantitativa y cualitativa de los servicios de salud, particularmente para la atención integral de la población que se encuentra en el país que no cuenta con seguridad social.”

    Ésa es la teoría. Estos son los hechos:

    En 2020, la carencia (índice de pobreza) por acceso a los servicios de salud era de 28.2%. Esta cifra fue 12% más alta que en 2018 y 12.6% más alta que en 2016. Ello significa que la cifra de personas sin acceso a la salud creció a 15.6 millones, todo mexicanos pobres. (Cifras oficiales de CONEVAL). Por cierto, era el momento más álgido de la pandemia del COVID-19. Actualmente, 98% de las personas que viven en pobreza extrema en México carece de acceso a la seguridad social y 57% no tiene acceso a ningún servicio de salud.

    Entre 2018 y 2019, 18.5 millones de hogares mexicanos reportaron que se vieron obligados a gastar en servicios privados de salud. En 2020, 45.2 millones de hogares informaron que tuvieron que desembolsar en atención privada. Esto significa un incremento de 244% en el número de mexicanos que debieron pagar por servicios sanitarios, en sólo un año.

    La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 reveló que 6 de cada 10 mexicanos prefieren atenderse en servicios privados, incluyendo los consultorios de farmacia.

    “El 2021 fue el año con más desabasto de medicamentos en México desde 2017 y las enfermedades más afectadas fueron cáncer, diabetes, post trasplantados, hipertensión y las relacionadas con salud mental. <<En 2021 más de 22 millones de recetas no se surtieron efectivamente y, desde 2017, fue el año con el mayor número de recetas no surtidas efectivamente (recetas negadas y surtidas parcialmente) en los principales subsistemas del Sistema Nacional de Salud>>, dijo en una conferencia de prensa Frida Romay Hidalgo, Jefa del Área de Salud y Bienestar de la organización ‘Cero Desabasto’ ”.

    “México ha tenido un exceso de mortalidad de 758,826 personas de enero de 2020 a marzo de 2022, durante la pandemia de Covid-19, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El organismo autónomo documentó 2,437,629 muertes por todas las causas en dicho lapso, un 45.2% más a las esperadas en el mismo periodo, cuando se estimaba que habría 1,678,803 decesos, según un modelo de canales endémicos basado en el histórico de fallecimientos ocurridos entre 2015 y 2019.”

    De acuerdo con la asociación de padres de niños con cáncer, para junio de 2021 “unos 20 hospitales a nivel federal y 15 centros de salud estatales registraban entre un 70 y un 90% de desabasto de medicamentos y quimioterapia. Los padres de familia integrantes de este movimiento afirmaban que en ese momento había una escasez de al menos 39 claves de medicamentos para tratar el cáncer infantil, un rezago en el suministro que se cebaba principalmente en el sureste de México. Según sus cifras, este desabasto había provocado hasta ese momento, la muerte de 1,600 niños en México y había perjudicado a los más de 19 mil pacientes infantiles que se atendían en hospitales públicos.” (Diario El País).

    “La tasa de mortalidad general en México en 2020 subió respecto a 2019, hasta situarse en el 6.15%, es decir, 6.15 muertes por cada mil habitantes”. (Expansión)

    Oficialmente, han ocurrido 6.4 millones de contagios por COVID-19 en México y 326 mil 261 defunciones (Reuters). Sin embargo, “el gobierno mexicano no informa de cientos, posiblemente miles, de muertes por el coronavirus en Ciudad de México, ignorando a los angustiados funcionarios que han contado en la capital más de tres veces la cantidad de fallecimientos que el gobierno reconoció públicamente, según funcionarios e información confidencial revisada por The New York Times.”

    Obras son amores. Hoy, los mexicanos enferman, carecen de atención y mueren cuando podrían salvarse, especialmente los pobres.

    antonionemi@gmail.com