Felipe de Jesús Fernández Basilio
Desde a Janela
“Ya solo restan un año, diez meses y veintiséis días para que se vaya a … su rancho”
Hay pocas personas que le hacen honor a su apellido como la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y es que Doña Rosario Piedra en el desempeño de la función que tiene encomendada, es una verdadera piedra de esas que de tan pesadas que son, aparte de resultar muy difíciles de mover se convierten en un verdadero lastre.
Lo anterior lo digo, porque la señora en cuestión desde que llegó a la CNDH no ha hecho absolutamente nada y muestra de ello es que, desde el 16 de noviembre de 2019 que fue la fecha en la que ocupó la presidencia de la comisión, el organismo garante de los derechos humanos ha desaparecido prácticamente de la escena nacional.
Ya que, desde ese tiempo para acá, lo único que se sabe acerca de la gestión de la señora Piedra es algo tan importante y tan trascendente como lo es su afición a los cortes finos y gruesos de carne de res, que fue lo que encontraron unas inconformes con su gestión en un plantón en el que tomaron por un buen tiempo las oficinas de la comisión que preside Doña Rosario.
Pero más allá de sus gustos gastronómicos, los cuales son pagados por el erario y están muy lejos de la “pobreza franciscana” que pregona el “Rey del Cash”, digo el presidente de la república; la gestión de Piedra Ibarra ha pasado totalmente desapercibida en la vida pública nacional y eso ha sucedido debido a la notoria inactividad del órgano autónomo que ella conduce.
La función del ombudsman o en castellano, el defensor del pueblo es precisamente, como su nombre lo indica, defender al pueblo de los abusos que los poderes de la unión puedan cometer en su contra y en el caso específico de México es velar porque se respeten los derechos humanos constitucionales y convencionales y/o procurar que su goce sea restablecido en caso de haber sido violados por parte del Estado mexicano.
Lo cual desde luego no ha acontecido ni remotamente en la gestión de Rosario Piedra, ya que no existe un solo caso en el que la CNDH haya confrontado al gobierno federal en todo el tiempo que ella lleva al frente del organismo y casos en los que debiera de intervenir ha habido muchos.
Para obtener algunos ejemplos vamos a escoger algunos de los derechos humanos reconocidos en la legislación mexicana, luego vamos a exponer una violación a los mismos para terminar analizando la actuación de la CNDH en esos casos.
1.- Libertad de expresión y de prensa, que consiste en poder externar cualquier opinión y difundirla libremente en cualquier medio de comunicación; los medios de comunicación y sus editorialistas son denostados e intimidados un día sí y otro también por el presidente de la república y la CNDH no ha intervenido ni una vez.
2.- Ser juzgado por tribunales legalmente establecidos, que consiste en que nadie puede ser declarado culpable de delito alguno sino por un juez competente y que funcione con independencia del caso que se lleva ante él; el presidente de la república en sus programas matutinos juzga a quien quiere y el caso más explícito es el show tropical de la gobernadora de Campeche en el cual se acusa y condena a placer, abusando en ambos casos del cargo que ostentan los juzgadores y la CNDH de nueva cuenta ni sus luces en ambos en ambos casos.
3.- Derecho a que los menores de edad reciban una educación de calidad, el cual consiste en que todos los niños en la república deben de tener una educación pública integral con una alimentación adecuada y que se garantice su desarrollo pleno; las escuelas están en pésimas condiciones, el gobierno no les brinda mantenimiento, las jornadas escolares son exiguas, la deserción escolar post pandemia es alarmante, la SEP no tiene ni una remota idea de cómo educar y la CNDH no dice ni pío.
Y así como esos ejemplos encontramos muchos más en donde día con día se violan los derechos humanos de los mexicanos y la CNDH es incapaz de hacer algo al respecto y lo peor es que esa incapacidad no es por impericia ni por ineptitud, ya que la CNDH durante muchos años actuó con cierto profesionalismo y sus elementos saben desempeñar su trabajo, sino que lo peor es que la incapacidad de la comisión es ordenada por Palacio Nacional y ejecutada por la marioneta que le impusieron al frente.
Ah, de los derechos humanos que es su cometido no dice nada para defender al pueblo mexicano cuando le son violados, pero bien que Doña Rosario Piedra le entra al chisme político al pronunciarse como titular de la CNDH para sugerir la pertinencia de la reforma electoral propuesta por López Obrador a pesar de que no tiene facultades para manifestarse en temas electorales y ni tampoco es necesaria su intervención en esos asuntos, ya que los derechos electorales de los mexicanos hasta este momento están muy bien defendidos por las instituciones creadas para tal efecto (INE y TEPJF).
Por desgracia en México no contamos con una ombudsman ni como dicen de moda “ombudsperson” pero lo que sí tenemos es una ombudssten, ya que en sueco “sten” significa piedra y una verdadera piedra es la actual defensora del pueblo mexicano.
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Twitter: @FelipeFBasilio