Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Si bien los docentes están en su derecho de manifestarse por el incremento salarial pendiente que prometió el Gobierno federal, los miles de estudiantes que se han quedado sin clases también están en su derecho de recibir educación.
En el caso del estado de Veracruz, ya las autoridades dieron a conocer las fechas en las que se harán los pagos, es decir, están garantizados.
Las gestiones oficiales se han dado de manera continua, por lo que la dispersión de los recursos se dará mucho antes de que concluya el año.
Sin embargo, con el paro de labores que han realizado los maestros, los únicos afectados son las niñas y los niños, quienes en nada tienen responsabilidad y mucho menos culpa.
Se reitera, es válida la acción que ha tomado el sector magisterial, pero también debería asumir su responsabilidad en el compromiso de la enseñanza.
Como se sabe, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) ha cumplido todos los años con los pagos a los profesores, así como al demás personal y este año no será la excepción.
Es más, los secretarios generales de los 46 sindicatos magisteriales estatales tienen claro que la fecha de pago del recurso en cuestión será el 15 de diciembre.
A los padres y a las madres de familia les preocupa el rezago educativo de sus hijas y de sus hijos, porque no se debe olvidar que con la pandemia que provocó el covid-19, las clases fueron virtuales, lo que impactó en los métodos de enseñanza.
Es en ese contexto en el que el sector magisterial debería preocuparse y ocuparse; priorizar el interés superior de la niñez.
Porque, al final, todas las maestras, los maestros, así como el personal de apoyo recibirán sus recursos, su dinero.
Pero, ¿quién le recupera el tiempo perdido a las niñas y a los niños? ¿Cómo recuperan las clases que no recibieron? ¿Cómo recuperan esa transmisión de conocimientos? ¿Cómo recuperan las experiencias y las habilidades si las escuelas fueron tomadas?
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