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    Sergio González Levet

    Sin tacto

    Jesús García, el Héroe de Nacozari, fue un mártir que ofrendó su vida para salvar a ese pueblo del Estado de Sonora el 7 de noviembre de 1907. Él era maquinista a sus 25 años y vio cómo un tren cargado de dinamita se incendiaba justo adentro del pueblo, con peligro de que la explosión cobrara cientos y hasta miles de víctimas.

    ​Con valor y arrojo, subió a la máquina y la condujo hasta las afueras de Nacozari, aunque no le dio tiempo de bajarse antes de que explotara, por lo que perdió la vida.

    ​Ese hecho puso en el mapa mundial al pueblo sonorense, porque la noticia tuvo una repercusión internacional. Desde ese entonces, muchas ciudades de México pusieron el nombre de este héroe nacional a calles y avenidas, a plazas, a escuelas.

    ​En Paso de Ovejas, Veracruz, por ejemplo, se le impuso el recuerdo del Héroe de Nacozari a una escuela pública, así: Escuela Primaria Jesús García.

    ​El nombre trae el recuerdo de un gran ser humano y de su sacrificio en bien de sus semejantes, pero de alguna manera hizo destino para esta institución educativa, porque sus alumnos y los padres de ellos de alguna manera están siendo mártires, víctimas del carácter atrabiliario de quien hasta la fecha permanece como su director, a pesar de tantos señalamientos en su contra de parte de la comunidad educativa del plantel.

    ​Me cuentan vecinos del lugar que el profesor Francisco Javier Hernández Santibáñez ha ido acumulando quejas en su contra debido a malos manejos de los dineros de la escuela y, peor aún, a los malos tratos a que somete a los alumnos y en especial a las alumnas.

    ​Dejo que vecinos de Paso de Ovejas cuenten la historia:

    ​“El director Francisco Javier nos tiene muy enojados, la verdad. Mire usted, nunca rindió informe de los gastos de la escuela durante 2020, y nunca dijo en qué se ocuparon las cuotas que dieron los padres de familia.

    ​“Pero además, ese profesor tiene actitudes misóginas, ya que es muy grosero con las maestras y hasta les grita, cosa que no sucede con los maestros varones. Y lo mismo pasa con los alumnos, o mejor dicho, con las alumnas. Ha hecho llorar a algunas niñas por la forma tan grosera en que las regaña y no hace nada cuando se presenta alguna queja de una alumna o algún padre de familia de una de ellas, por faltas de respeto por parte de alumnos varones hacia las niñas.”

    ​Los pasoovejenses son gente de aguante parecido al del bíblico santo Job. Soportaron estoicos, por ejemplo, el carácter tan especial de su paisano más famoso, el que fuera gobernador Agustín Acosta Lagunes, que no hizo nunca nada por el pueblo.

    ​Son pacientes… pero no dejados.

    ​Y por eso le están pidiendo a la autoridad educativa que ya les quite de la dirección a ese señor, que es corrupto y soberbio y que por eso nadie quiere.

    ​Pero seguramente el profe Hernández Santibáñez tiene por ahí un contacto o un padrino que le permite seguir haciendo de las suyas sin que intervenga la justicia en su contra.

    ​El problema es que el problema sigue creciendo, y un día le puede explotar en las manos a los funcionarios de la SEV que no han tomado cartas en el asunto.

    ​Ahí queda dicho, a tiempo.

    sglevet@gmail.com