Destacado

    Inocencio Yáñez Vicencio

    Hace apenas una semana un propietario de un sitio, me decía que tuviera mucho cuidado al escribir en las páginas y en las redes. Aunque el tono no era para nada amistoso, prefiero tomar el sentido gramatical, es decir, que cada palabra debo usarla correctamente, porque nuestro lenguaje es el traje con el cual nos presentamos en sociedad. En ese sentido está en lo cierto, porque lo que hoy digamos nos marcará para siempre.

    Yo siempre he dicho, si quieren coloquialmente, que el conocimiento ahí está, sólo hay que tomarse la molestia de escudriñar  y creo que cualquier persona que tiene un ápice de vergüenza acude a las hemerotecas, archivos, bancos de datos y libros para corrobar sus conjeturas o conceptos que va a utilizar. Sobra decir que asi como alguien no le importa asearse antes de salir a la calle, también hay personas que irresponsablemente emplean conceptos o categorías sin el menor rubor. Nadie que corrija esas arbitrariedades atenta contra esos individuos.  Son ellos mismos los que destruyen su propia reputación. Mientras vivamos todos deberíamos estar aprendiendo. La vida es un aprendizaje ha dicho Habermas. Quien se niega aprenden, muere en vida. El pensamiento único, el dogmático, el que se mueve en círculo, el que discute siempre para ganar, el que no sabe concluir un diálogo, el que no sabe que el diálogo tiene reglas, cancela las posibilidades de aprender y del entendimiento.  El conocimiento es un producto social. Aún los que inventores no psrten de cero. Como bien dijera Bernard de Chartres – palabras que erróneamente muchos le atribuyen a Isaac Newton- somos enanos encaramados en hombros de gigantes. Creo que el mejor de humildad es abrir un libro, porque es reconocer que no se sabe o lo que se sabe siempre será insuficiente. Hoy es tan extenso y complejo el conocimiento, que hay que seleccionar áreas y libros.

    Hoy la única forma de  poder enfrentar las desastrosas políticas que ha implementado Amlo y Morena, es construir una alternativa de gobierno, sin la cual no hay democracia. Puede haber competencia electoral y cambio  de logos partidistas, pero si los programas de las fuerzas políticas que concursan por el derecho a gobernar, son iguales o tienen muchas similitudes, los ciudadanos podrán votar pero no tendrán derecho a elegir y por lo tanto no tienen alternativa.

    Construir una alternativa no es fácil en una sociedad que por muchos años se le ha inculcado que la única diferencia que expresan los partidos políticos es la aparición entre gobernados y gobernantes, que por lo tanto , lo que está a debate es quién lo hace menos peor, roba menos y se apega más al llamado bien común, que como expresara Bobbio, no sirve más que para oponerlo al bien personal, ignorando las diferencias sociales, que justifican la existencia de la política, la cuál, perversamente la reducen a una lucha del poder por el poder. 

    Konrad Hesse, de prosapia liberal, juez federal y uno de los constitucionalista más destacados de la postguerra, en sus Escritos de Derecho Constitucional, nos dice que : la democracia también es el dominio de unos seres humanos sobre otros ( Pág. 127. CEPC. 2012 ); con lo que hace talco el mito de que este régimen es neutro y un simple mecanismo para sustituir sin sangre el personal del gobierno. 

    No será acudiendo a las utopías de Platón o al escepticismo moralista de  un Michel de Montaigne, como vamos a pertrecharnos para construir  la agenda alternativa al gobierno de la 4T. Menos con barbaridades como la de que el libre mercado fue bautizado por Marx como » Capitalismo «, cuando : El término capitalismo tiene orígenes que se remontan a la literatura económica francesa de la mitad del siglo XIX. El primero en usarlo fue probablemente Louis Blanc…Sombart dice que Marx descubrió virtualmente el fenómeno, no usa nunca el término capitalismo, sino la locución  » modo de producción capitalista». Así lo describe Bruno Soggia, en el diccionario de política de la editorial  Siglo XXI. 

    Actualmente existen muchos diccionario y libros que ayudan a ponernos a la mano el aparato conceptual de las ciencias social.  Es cuestión de pudor.

    Urge aislar extremos.  Cuando Rousseau explica el interés común lo dice muy claro: es lo que queda de quitar lo más  y lo menos.

    Estamos emplazados a buscar puntos de contacto.  Lo que no se puede lograr ni con dogmas ni cayendo en el juego de Amlo. 

    Veo con tristeza que Amlo nos acusa de que sus adversarios somos neoliberales y conservadores  y muchos, en lugar de trabajar para una agenda común , se encasiillan en las trampas que los morenistas les han tendido.

    Acusa a sus opositores  de neoliberales y en lugar de desmarcarse, se ponen a defender el neoliberalismo, a querer resaltar supuestos éxitos del neoliberalismo alegando mayores ganancias en él que las que se obtienen en el populismo. Nomás falta que acudan a los ejemplos de la República de Chile, Singapur, Corea del Sur…

    Lo verdaderamente insólito es que la mayoría de los que se han puesto sólos la etiqueta de neoliberales, no saben que significa esa etiqueta. Para empezar deben saber que el neoliberalismo  tiene su texto de origen en el libro Camino de Servidumbre  del Friedrich Hayek, escrito en 1944, que ataca toda planificación e intervención del Estado en la economía y tiene en el mercado al único asignador de recursos. En 1947 Hayek, convocó  en la estación de Mont Pélerin, en Suiza, a una reunión, a la que asistieron, entre otros :  Milton Friedman, Karl Popper, Lionel Robbins, Ludwing von Mises, Walter Eukpen, Walter Lippman,  Michael Polanyi y Salvador Madariaga. Su propósito  era combatir el socislismo y el solidarismo. De ahi nacen las políticas encaminadas a quitar gobiernos que privilegiaran la economía social y su sustitución  por gobiernos antiestatistas, por la via del golpismo o de elecciones, para privatizar activos en Argentina, Brasil, Chile, España, México…

    Tampoco se va a construir una alternativa al populismo desempolvando las banderas de los cristeros empanizados, que no renuncian a destruir la obra de la Revolución mexicana.  

    Ese fascismo vernáculo, es tan nefasto que es incapaz de darse cuenta que cade vez que saca sus banderas, lo único que logra es que la el discurso polarizador de Amlo, tome cuerpo, al permitirle demostrar que el conservadurismo esta vivito y coleando y es de carne y hueso. Son los mismos que utilizaron a Iturbide para vestir al soldado realista de insurgente para firmar el Tratado de Córdoba, con el objeto de que al firmarse la Independencia, toda la estructura colonial, hacendaria , latifundista la riqueza de la Iglesia Católica, que tan solo en la CDMX era superior a la del gobierno y particulares juntos, estructura que Juarez agrietó con las leyes de Reforma y que hecho abajo la Revolución mexicana  y que por eso el Vaticano en una carta desconoce la Constitución de 1917, que revive en 1926, para lanzar las hordas de cristeros contra el Estado mexicano, fuerzas que en 1939, se organizarían en el Partido Acción Nacional, para tratar de destruir la obra revolucionaria, guiados por el callista Manuel Gómez Morín, señalado de corrupto, por habérselo quedado con un paquete de acciones de uno de los principales bancos. Partido que supo cambiar impunidad por votos para las reformas de Peña, por los escándalos de corrupción en Pemex, IMSS, ISSSTE…Que ha sabido ocultar su rancio derechismo aliándose con el PRD, pero que le pesa tanto que al primer movimiento le explota su militancia cristera, con lo cual no sólo le da la razón a Amlo, sino que pone en evidencia que que las fuerzas aliadas de Pro- Vida y que quieren seguir golpeando los bolsillos de los trabajadores  están al acecho, como lo hicieron en 2007 con la reforma draconiana, en contra de los empleados federales. 

    La alternativa, para que prospere, debe contemplar darle a los trabajadores, no quitarles. 

    Como decía Henry Ford, que no era un empleador cuenta chiles,  » ya estamos produciendo muchos aitos ¿ ahora quién los va a comprar si no le aumentamos el sueldo de los trabajadores?

    En Katar hay menos democracia que en Cuba ¿ y a quien le importa? Es un pais en manos de una familia ¿ y quién denuncia eso?

    No, eso no le importa a las metrópolis imperialistas.  Le importa que no se le sometan.

    Nuestra alternativa debe ser democrática y emancipadora, para seguir avanzado. Pero esa alternativa no la pueden ofrecer fuerzas peores que las que actualmente detentan el poder.  Necesitanos aislar extremos.