José Luis Enríquez Ambell
Café de Mañana
De conformidad con nuestra Carta Magna, las personas pueden desplazarse libremente por todo el territorio nacional sin necesidad de contar con pasaporte o algún otro permiso parecido.
Y la Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce el derecho a la libre circulación al proclamar que “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado” y que “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio».
En nuestra Constitución se consagra la libertad de pensamiento, expresión y tránsito – entre otras – como derechos elementales de la persona.
Pero, en recientes días se han desatado manifestaciones e incluso ataques en contra de operadores y usuarios de Uber en Cancún por Taxistas que exigen su «aparente» regulación, lo que hace muy evidente reconocer que el Transporte Público y Privado les divide una delgada frontera social y hasta normativa.
Este día, Don Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, aseguró que en el conflicto entre taxistas y conductores de Uber en Cancún, Quintana Roo, se está exagerando con mucha propaganda, ante la alerta de los Estados Unidos a sus ciudadanos sobre los riesgos que les representa usar transportes de aplicación en esta zona turística de nuestro País.
Lo cierto también es que los congresos en los estados y sobre todo como en el nuestro – Veracruz – donde se promueve atraer un mejor y mayor Turismo, no estaría de más que las autoridades responsables junto con el Congreso Local, exploren atender a tiempo lo que podría resultar un conflicto innecesario que al final de suceder, iría contra la promoción y captación de visitantes e ingresos al sector económico en su conjunto y no solo a la industria sin chimeneas como se denomina al Turismo.
La Ley en materia de tránsito así como de transporte, la movilidad urbana, las autoridades estatales, congreso, los sindicatos y sector privado deben ir observando con tiempo para armonizar la convivencia antes de comenzar a observar problemas como en Benito Juárez «Cancún» Quintana Roo.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
Doña Delia González Cobos, Auditora General del ORFIS en Veracruz ha sido clara en su comparecencia ante la Comisión Legislativa Permanente de Vigilancia del H. Congreso del Estado, y ha reiterado que todo servidor público o ente externo está sujeto al imperio de la ley y deben ajustar su actuar a ésta o pueden ser sancionados. El prestigio de la dama y el equipo de profesionales que le rodea,- músculo confiable para la rendición de cuentas y el combate a la corrupción,- hacen recomendar a todo el universo de servidores públicos estatales y municipales sin omitir otros sujetos, observen no cruzar líneas de conducta irregulares pues, «El que avisa no engaña.»
¡ ES CUANTO !
enriquezambell@gmail.com