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    Enrique Yasser Pompeyo
    Mesa de Redacción

    El alcalde de Medellín, Marcos Isleño, además de agresor de mujeres también ha sacado el cobre con el negocio de la privatización del agua.

    Ahora, este edil pretende concesionar el servicio del vital líquido de los fraccionamientos Puente Moreno y Lagos de Puente Moreno a Grupo Barquín.

    Diputados locales de la región han dejado claro que el agua no es un negocio, sino un derecho, por lo que, aseguran, defenderán a la población de cualquier intento privatizador.

    La intención de Marcos Isleño no debería tener cabida en un gobierno emanado de la Cuarta Transformación, de manera que legisladores han adelantado que en el Congreso de Veracruz, la solicitud del Ayuntamiento de Medellín no pasará.

    Hace unos días hubo una multitudinaria marcha del pueblo medellinense para exigir al presidente municipal Marcos Isleño que dé marcha atrás a la solicitud de concesionar el servicio de agua.

    En esa movilización participó el diputado local Maleno Rosales Torres, quien aseguró que en el tema del agua siempre estará del lado del pueblo, nunca de los empresarios, y menos, de los “abusadores” como Urbanizadora Medellín.

    La marcha fue convocada por Angélica Navarro, lideresa de los ex trabajadores de SAS en Medellín; ahí, el legislador dejó en claro que su compromiso es con la gente, no con los empresarios.

    Cuando uno empieza a agarrar dinero -precisó- ahí están los resultados: se tienen que hincar con el patrón.

    Maleno Rosales fue claro: “no se va a aprobar ese intento privatizador, se va a defender el agua porque en la Cuarta Transformación se tiene prohibido entregar a particulares cualquier bien del pueblo”.

    Quienes conocen a Marcos Isleño no les sorprende que se pronuncie a favor de otorgar una concesión a un particular.

    Sin embargo, lo que debería hacer el alcalde es enviar una solicitud al Congreso en el que indique que el Ayuntamiento se sale del convenio con Grupo MAS y así el Congreso pueda hacer más para romper la concesión.

    El diputado y la población tienen claro quién es el “cacique”, es decir, Barquín, dueño de Urbanizadora Medellín; como se observa, tiene acuerdos con el alcalde y con otros, además de que le rinden pleitesía.

    En manos de los diputados y, particularmente de la mayoría morenista, está impedir este jugoso negocio para Marcos Isleño.

    enriquepompeyo@hotmail.com