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    Vicente Luna Hernández

    Ante la tragedia en el centro de detención del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, acuso al presidente Andrés Manuel López Obrador de tener una bola de ineptos a su alrededor y si recibió un reporte de los hechos como realmente sucedieron, lo acuso de mentir ante la nación, ni los hecho trágicos ocurrieron en un albergue, ni fue una protesta ante el traslado de los migrantes, ni fueron colchonetas en la puerta del albergue y mucho menos se imaginaron los migrantes, que ante el voraz incendio, jamás hubiera el intento de abrirles la reja para salvarse de morir quemados, fue un crimen de servidores públicos del INM y hoy los superiores jerárquicos, léase SEGOB Y SRE, se lavan las manos pero con sangre de inocentes…las cosas como son, no digo que fue un crimen de Estado digo que fue un crimen.
    No culpo al presidente de la tragedia, lo culpo de mentir sobre una tragedia que enluta a 41 familias de migrantes y avergüenza al país a nivel internacional, ni protocolos ni medidas de seguridad ante la grave crisis migratoria que se presenta en los Estados fronterizos y los responsables de atenderla, están más preocupados en la próxima encuesta para elegir quién va a representar los intereses de Morena en la elección presidencial ¿tomara cartas en el asunto el presidente? ¿Buscará soluciones o es parte del problema? ¿Al ser las victimas la mayoría ciudadanos centroamericanos es menor la tragedia que la ocurrida en Matamoros con los ciudadanos estadounidenses secuestrados?
    Es tiempo que el presidente a parte de exigir lealtad a su persona exija eficiencia y resultados positivos a sus colaboradores más cercanos y estos se dediquen al 100% a cumplir con sus responsabilidades de gobierno más allá de alguna aspiración política en el futuro próximo, es hora que el presidente al dar la cara ante lamentables hechos como los ocurridos en Ciudad Juárez, primero tenga toda la información necesaria para no exhibirse de su falta de datos verídicos y sobre todo, no se vea obligado – por voluntad propia o por necesidad – a mentir de manera burda, más respeto a la envestidura señor presidente.
    El centro de detención del INM fue un infierno ante los ojos de quienes tenían la responsabilidad de cuidar la vida de los migrantes retenidos – no un albergue – la historia de lo ocurrido se suma a las tragedias que han ocurrido en este sexenio y todas tienen un inicio pero no se ve un final, tragedias que han enlutado cientos de familias – mexicanas y extranjeras – tragedias que en otros gobiernos ya hubiese llevado a las calles a miles de ciudadanos protestando, marchas y plantones encabezados por un opositor de nombre Andrés Manuel López Obrador.
    Sin embargo, algo pasa hoy, ante los innegables hechos ocurridos a lo largo de este gobierno, México está en paz, una paz tensa pero en paz social, la marchas y plantones duermen pero no en silencio, hay un ambiente tenso que provocará en cualquier momento que esta inconformidad social se manifieste por otras vías de escape para sacar este enojo que se respira en diferentes sectores de la sociedad, el México bronco debe respirar, aunque el famoso tigre puede rugir pero en contra de la llamada 4T ¿ en serio cree la clase gobernante que tanta sangre no tendrá un costo?
    No escribo contra el presidente, escribo contra los funcionarios responsables de esta tragedia, el infierno que consumió la vida de más de 40 ciudadanos no fue en un albergue, no se murieron por protestar, no fueron las colchonetas puestas en la puerta del albergue las asesinas, no hubo protocolos de seguridad ¿acaso el protocolo es salir corriendo y dejar encerrados a los migrantes retenidos? considero que fue un grito desesperado de los migrantes ante las difíciles condiciones en que se encontraban, las llamas consumieron las vidas de hombres que solo aspiraban a una vida mejor, escaparon de sus propios infiernos en busca de un paraíso, sin embargo, olvidaron que para llegar a ese paraíso… tenían que pasar por México.
    P.D.- Con el ánimo que las mentiras mañaneras respeten tragedias como la de Ciudad Juárez… Escribiré otro día.