Salvador Muñoz
Los Políticos
En el 2018, Morena vino a darle al concepto de “popular” un matiz nuevo en lo que se refiere a las elecciones. Prescindió de este concepto para dar paso a cantidad de desconocidos que para solventar de cierta manera su falta de oficio, experiencia o aptitudes, llamaron “representantes del Pueblo bueno y sabio”.
Del 2018 a la fecha, muchos de esos desconocidos pasaron al olvido o a ser parte de la anécdota política si es que la memoria es benévola con acordarse al menos de sus nombres. No obstante, algunos que quedaron, lejos de hacer trabajo político, quehacer político, labor política, sólo buscaron la proyección personal sin cuidar las formas, a tal grado que su imagen estaba por encima del mismo Gobernador, fuera en murales, en libros, o hasta en el mismo comportamiento al grado de que parecía que Veracruz tenía dos Ejecutivos…
Aun así, en estas próximas elecciones, Morena utilizará el esquema de las encuestas para sacar, de entre los más “populares”, a sus candidatos a los diversos cargos a disputar.
Hay que entender el término “Popular” visto como el más conocido y no tanto desde la concepción amloísta de “pertenencia al Pueblo” con frases como “Yo ya no me pertenezco…”
Y hay que entenderlo también como “Bien conocido”, porque en su momento Javier Duarte fue el político más conocido como igual lo fue Carlos Salinas de Gortari… o Félix Salgado Macedonio… demasiado conocidos, pero los menos queridos…
Aunque también hay los “bien conocidos”, y al menos en la Aldea, ahora que se tiene la mira fija en el 2024, hay mínimo tres priístas que por trabajo y desempeño, dan lustre a su nombre: Héctor y Pepe Yunes, así como Anilú Ingram. A donde quiera que se paren estos tres personajes a lo largo y ancho del estado, tienen conocidos y lo mejor, son bien recibidos.
Un ejemplo reciente de este sentido del “Bien conocido” o en este caso “Bien conocida” está en la última visita que por la Huasteca baja, realizó la diputada Anilú Ingram, quien de cierto modo puede sentirse satisfecha por la labor que realizó como Delegada de Sedesol, ya que en el municipio de Benito Juárez coincidió con varios artesanos de aquella región y muchos de ellos la recibieron como antaño, ya que a través de la Comisión de Desarrollo de los Pueblos Indígenas, trabajaron de manera coordinada y eso no lo olvidan… Al final, el agradecimiento es la memoria del corazón.
Los artesanos recordaron que los apoyos brindados eran de gran ayuda para promocionar y lograr vender sus artesanías; a su vez, Anilú recordó con varios de ellos el teje y maneje de lo que fue realizar sus proyectos de registro de marca, creación de imagen, además de catapultarlos en diferentes exposiciones locales, estatales y nacionales… y digo que lo recordaron, porque mucho de ese apoyo y coordinación que había con ella, actualmente ya no llega a ellos.
Bueno, pues estos reencuentros constantes con personajes de distintas latitudes de nuestra entidad, son los que tiene Anilú, quien sin hacer mucho ruido, es de los pocos y pocas priístas que no ha dejado de caminar, ya sea por el norte (en la Huasteca), sur (Nanchital y Agua Dulce) y centro (Soledad Atzompa), como lo hizo en esta semana que corre.
De un modo u otro, Anilú obliga a cierto modo, a que si pretenden algo Pepe y Héctor, agarren el ritmo de la diputada o mínimo, aprieten su paso… y nada más para que quede claro: No es lo mismo “aprieten el paso”, que “el paso del prieto”, por algunos morenos que confunden el quehacer político con el culto al ego.