Felipe de Jesús Fernández Basilio
Desde A Janela
“Ya solo restan un año, cuatro meses y veintiséis días para que se vaya a … su rancho”
En la última Desde a Janela de 2022 (Ricardo Monreal: el falso rebelde) detallamos como Monreal nada más aparenta ser diferente al oficialismo y también como engaña a la oposición y la hora buena, se pliega a los deseos del presidente; en aquella ocasión fue por el cochinero de leyes electorales que aprobaron y ahora les volvió a repetir la dosis.
Bueno, así como en aquella ocasión advertimos que Ricardo Monreal era un embustero, ahora, debemos de hacer lo propio con otro personaje del oficialismo que, aunque es menos sagaz que el senador, lleva un juego similar y de ser posible, busca engañar a muchos opositores, tanto en los partidos como en la sociedad civil, aparentando ser el hijo desobediente, cuando en realidad ha sido uno de los hombres más fieles que López Obrador ha tenido en su carrera política.
Así es, Marcelo Ebrard es leal entre los leales, Marcelo Ebrard le ha cuidado las espaldas a su jefe como su sucesor en el entonces Distrito Federal y también Marcelo Ebrard sostuvo a su patrón, cuando este no tenía cargo formal pero sí una farsa de gobierno que sostener y que fue sostenido por el fiel Marcelo, quien diligentemente dispuso de los fondos de los capitalinos para que la carpa del “gobierno legítimo” siguiera recorriendo el país.
La historia política de Ebrard ha consistido en estar siempre un paso detrás de su jefe y desde allí apoyarlo en todo, incluso simulando sacrificar intereses personales en favor de López O., tal y como ocurrió en la candidatura presidencial de 2012; la cual fue otra de las pantomimas que hicieron para simular una precampaña peleada ante el escenario de una campaña en franca desventaja frente a la de Peña.
Y en esta ocasión, hay algunas cuestiones que apuntan a que estamos ante otra farsa más para buscar una candidatura que le permita al gobierno recuperar a algunos sectores que se encuentran desencantados con el gobierno de López Obrador y con ello, conseguir una victoria lo más holgada posible el año que entra.
Ya que, si observamos bien, aunque supuestamente Sheinbaum es la puntera entre los tapones, tanto ella como su campaña, hacen todo lo posible para que lo que pueda salir mal, salga peor y así mismo, la jefe de gobierno de la Ciudad de México al volverse una copia la carbón de López únicamente atrae al voto duro del gobierno, más el mismo gobierno se da cuenta que este voto duro tal vez no pueda alcanzar, y en ese caso, pues que mejor que tener otra candidatura un poco “rebelde” encabezada por el fiel Marcelo.
Y todavía sería mejor para el presidente saliente, si esa candidatura dizque rebelde es capaz de atraer a otros “viejos amigos” como es el caso de Dante Delgado y su partido.
Y si a lo anterior le sumamos un par de ingredientes más como lo son el que existe una leyenda romántica en la Ciudad de México, la que consiste en que se cree que cuando Marcelo la gobernó, ahí se cumplieron los sueños de muchos grupos que se denominan de izquierda, sueño que se habían visto en pausa cuando López la gobernó; algo similar a lo que ahora sucede a nivel federal.
Y el último y no menos importante de los ingredientes, que consiste en que Ebrard es un amante de los lujos, la buena vida y demás placeres que solo la corrupción puede entregar, aunque se entregue obra pública de mala calidad; y por ello, no le resultaría difícil conseguir entre la oligarquía de siempre, un vasto financiamiento para su campaña.
Así que Marcelo Ebrard, a pesar de lo que hace creer, dista mucho de estar separado del presidente y en realidad es más de lo mismo, su historia política lo demuestra y el gran tapón destapado puede ser el más confiable y leal de todos, el fiel Marcelo.
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Twitter: @FelipeFBasilio