Destacado

    Miguel Ángel Gómez Ruiz
    Contrapunto

    El domingo se consolidó el show mediático que preparó con bastante tiempo el presidente López Obrador. Sí, el mismo que no ha respetado tiempos, ni instituciones, ni a jueces y que ha tenido miedo de debatir contra quien sea, continuó en la preparación del escenario que convertirá a Claudia Sheinbaum en la candidata de Morena a la presidencia.

    Así es, tan desesperado está el presidente que decidió que una exnovia de su hijo Andy, una supuesta científica y jefa de gobierno de la Ciudad de México –con mil y un problemas- sea la candidata de su partido con el único fin de seguir gobernando en el país, ya que es obvio que ella le abrirá la puerta para que lo siga haciendo. Ya no vea el hecho de si alguno tiene capacidad. El drama es que eso continuará, o así parece.

    El papelón culminó con cuatro corcholatas varones de los cuales no se hace uno: Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña. Faltó Manuel Velasco Coello, del Verde Ecologista pero que jamás va a ser candidato pues apenas aspira a una secretaría si es que gana la Sheinbaum.

    Así la izquierda en nuestro país, o al menos esa impresión es la que dan. Todos se anotan como muy de izquierda, pero comen en los mejores restaurantes con cuentas que suman miles de pesos y lo peor es que todo eso es pagado con nuestros impuestos. Una forma muy sutil de vivir en un ambiente neoliberal.

    Lo peor es que sería Sheinbaum –que aún no renuncia a su cargo- la que iría al frente de una alianza en la que cuenta con 23 gobernadores (as) y la mayoría de diputados federales, senadores, alcaldes, diputados locales, caciques, en fin, toda una cuadrilla que le apoyará sin fin. Por eso es que los otros cuatro ya están fuera de foco. No parece, así es.

    Y encima, sin resultados. Si como alcaldesa fue un desastre, como jefa de gobierno ha sido peor, pues para más, ni siquiera ha podido arreglar el tema del Metro de la Ciudad de México. No gastó lo suficiente pues guardó sus ahorritos para su campaña. No le importó el tema de los muertos en el Colegio Rébsamen y mucho menos le importó que 26 personas fallecieran en una tragedia en la Línea Dorada que ya presentaba fallas y en la que no se invirtió en su mantenimiento.

    Siguen los asaltos. Las extorsiones, los taxis piratas y otras cosas que ya se han vuelto un hábito en la Ciudad de México, pero ella sigue ensimismada en su campaña pues alguien le hizo creer que puede ganar, aunque hablar le cueste un huevo. Sí, así es.

    Los otros no son mejores. Ebrard fue destituido como Secretario de Seguridad Pública y se fue a Francia para evitar pisar la cárcel. Adán Augusto dejo el estado de Tabasco convertido en una porquería. Ricardo Monreal es más falso que su doble discurso y Fernández Noroña es mejor no decir nada, pues en realidad no hay mucho qué decir.

    Así está nuestra izquierda en este momento. No propiamente en su mejor posición pero bueno, hay gente a la que le gusta vivir así: Sin medicinas, sin crecimiento económico, sin buen servicio en hospitales, sin carreteras presentables, con abortos al por mayor, en fin, con todo eso y así son felices.

    Pero sinceramente vamos a un despeñadero y muchos parecen no darse cuenta. El país está en riesgo sobre todo por su economía que va a la baja. No, no ha habido la transformación que dice el presidente, bueno, nos vemos más como un país bananero, eso sí.

    El grave problema es si realmente como mexicanos estamos dispuestos a darle a la izquierda la mayoría calificada. Entonces sí, adiós instituciones, adiós a la razón, a la justicia, a la verdad y a todo aquello que se construyó en tantos años y que la izquierda ha ido destruyendo en tan poco tiempo. No, el país no está para aquellos que viven de rencores o frustraciones. Este país aún puede crecer, pero con otra dirección, no así como vamos.

    En Veracruz tampoco vamos bien

    Si la esperanza de los veracruzanos está centrada en que gane la titular de Energía en el país, Rocío Nahle, quiero decirle que nos iría peor. Vaya, si con Cuitláhuac García hemos estado a la orilla del despeñadero, con Nahle iríamos directo al abismo. No tiene creatividad, ni talento, ni visión y sólo es otro florero manejado por López Obrador.

    Tampoco con Sergio Gutiérrez nos iría bien, es gente de Adán Augusto López. Un expanista que no es bien visto por morenistas y créalo, ni Cuitláhuac García lo soporta.

    Tampoco son opción Manuel Huerta Ladrón de Guevara ni mucho menos Eric Cisneros.

    Veracruz requiere a alguien con creatividad, con liderazgo, con dinamismo, con inteligencia y que respete a los poderes y que convierta al estado en una vitrina para la inversión y la justicia. No de los que hablamos antes.

    PD Veracruz vive un drama a diario con tantos muertos. No hay día en que no aparezcan ejecutados, asesinados en sus casas o trabajos, desaparecidos, mujeres muertas, en fin. Lo peor es que no contamos con una buena Fiscalía. Los ministerios públicos son un asco y la policía pareciera estar más dispuesta a proteger a criminales que a la sociedad misma. Lamentablemente es lo que hoy tenemos. Es cierto, con Cuitláhuac García perdimos en todo sentido, en todo.