Vicente Luna Hernández
La zona de los Tuxtlas y los Llanos del Sotavento es una zona privilegiada del Estado de Veracruz, contar con una Ciudad Heroica como Cosoleacaque, una Ciudad Patrimonio de la Humanidad como Tlacotalpan, municipios productores de caña como Lerdo, Cabada y Carlos A. Carrillo, municipios productores de la piña – que es orgullo nacional – como Juan Rodríguez Clara y Ciudad Isla, municipios con alta producción de ganado como Acayucan y Playa Vicente, ciudades importantes ejemplos de la amplia diversidad cultural de Veracruz como Sayula, Zaragoza, Chinameca o Santiago Sochiapan, debe ser orgullo de sus habitantes y de todos los veracruzanos, sin embargo, hay mucho por hacer para impulsar su desarrollo y en esa tarea, no hay colores partidistas ni ideología que valga, sea la 4 o la 5 pero la transformación debe llegar a todos los municipios.
Esta zona es rica en recursos naturales pero marginada de los grandes proyectos sociales de los gobiernos en turno, hablar de los atractivos turísticos y de la bondad de sus climas y sobre todo, de la alegría y sentido de pertenencia de sus habitantes, es presumir también de las bellezas culturales y gastronómicas de la región, sin embargo, algo más falta para que esta zona logre potenciar todas sus riquezas naturales y en este rubro la seguridad pública y el buen estado de sus vías de comunicación llevan mano.
Las carreteras siempre han sido una calamidad y vergüenza de quienes han detentado el poder político del Estado, la carretera Santiago Tuxtla – Isla es un triste ejemplo de ello -, el abandono de su cadena productiva y de sus vías de comunicación han lastimado la economía formal e informal del comercio en general, las obras en materia carretera han dejado mucho que desear, obras de relumbrón pero que al cabo de poco tiempo transcurrido – a causa de las lluvias típicas de la región – están en pésimas condiciones para transitar y por lo consiguiente, afecta todas las actividades productivas de sus habitantes.
Una zona agrícola, ganadera, turística, cultural, y de abundantes recursos naturales, debe ser considerada como punta de lanza del desarrollo del Estado, la zona debe ser ejemplo de un verdadero compromiso social con todos los grupos sociales productivos, ahora más que nunca cuando se habla de una trasformación, las y los habitantes de esa zona deben exigir una verdadera atención de las autoridades de gobierno y de sus representantes populares sean del partido que sean, presumir que los que hoy gobiernan no son iguales a los de ayer, debe pasar del discurso a la acción sin tanto rollo.
Se habla de grandes proyectos de infraestructura en la zona sur, bienvenidos todos los proyectos de obra pública que pongan en el escenario político y social la zona sur de México y de Veracruz pero también, se tiene que hablar de los Tuxtlas y los Llanos del sotavento, su zona cañera, importante para el desarrollo de México y uno de los productos que es motivo de orgullo de Veracruz: la Piña, misma fruta que es disfrutada en varios países y pone el nombre de México en alto.
La realidad es que la verdadera transformación será que la carreteras estén en óptimas condiciones para impulsar el desarrollo de la región, la verdadera transformación será que los niveles de seguridad cada vez inspiren mayor confianza en las autoridades de los 3 niveles de gobierno, la transformación será que las y los representantes populares mantengan canales de comunicación con todos los sectores de la sociedad de sus respectivos distritos, la transformación será presumir que más allá de colores partidistas, todas y todos aquellos que tienen el privilegio de ser representantes populares hagan de la honestidad, transparencia en el manejo de los recursos económicos y la rendición de cuentas sus mejores cartas de presentación y que el nepotismo y la corrupción…sean fantasmas del pasado.
Los municipios que integran el Distrito Local de Santiago Tuxtla y el Distrito Federal de Cosoleacaque tienen que estar en todas las mesas de análisis político y social, por su riqueza en recursos naturales y por su importancia estratégica político – electoral, la zona debe contar no solo con la participación de su clase política – muchos de los cuales lo que menos tienen es clase- pero también con la participación entusiasta de sus habitantes, la movilización social con argumentos y datos concretos debe ser parte de la verdadera transformación de Veracruz, no se vale que se hable de la revolución de las conciencias solo para recibir el aplauso fácil sino también, la revolución de las conciencias es la denuncia ciudadana de las y los malos gobiernos sean del color que sean.
Seguramente que cuando se pase lista de quienes son aspiracionista, quienes quieren mejorar sus niveles de vida, cada uno de los municipios que integran los Distritos de Santiago Tuxtla y de Cosoleacaque, gritarán llenos de entusiasmo y de alegría…Presente.¿ es pecado es aspiracionista?
P.D.- Con el ánimo que haya muchos motivos para hablar bien de los Tuxtlas y de los Llanos, no solo el día de las “limpias” y al saborear una deliciosa piña o una nieve de coco…Escribiré otro día.