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    Miguel Ángel Gómez Ruiz

    Contrapunto

    Hace ya un buen tiempo, el magistrado Marco Antonio Lezama Moo ganó un amparo para ser repuesto en su cargo, luego que fue sacado del Poder Judicial tras la aprobación de una ley en la que cualquier magistrado que cumpliera 70 años, debía dejar ese lugar.

    Como la ley no es retroactiva, el magistrado recurrió a la justicia federal y ganó un amparo, lo que le daba el derecho de regresar a su oficina y cargo, sin embargo, los diputados locales con mayoría morenista y agregados a conveniencia, le negaron ese derecho, con todo y que en sus declaraciones reconocían que la autoridad federal había trabajado bien y determinó la correcto al darle la razón.

    Sin embargo, para todos los veracruzanos fue una desgracia que ese poder fuera presidido primeramente por Sofía Martínez Huerta –propuesta por él- y posteriormente por Isabel Romero Cruz y que además de estar retirada antes de volver, carecía de conocimiento de la ley.

    Marco Antonio Lezama Moo es un hombre de ley, siempre dice lo que piensa y realizó un buen trabajo como magistrado. De manera sorprendente, el día en que se tenía que elegir a quien sustituyera a Edel Álvarez Peña propuso a Sofía Martínez Huerta para que presidiera el Poder Judicial. Tiempo después, tras una reunión en la que ella le negó que estuviera presente, el propio Lezama Moo le dijo a la presidente: “Me arrepiento de haberla propuesto”.

    Posteriormente, tras negarse a entregar al gobierno del estado los fideicomisos del Fondo de Retiro de Magistrados y del Fondo para Impartición de Justicia, ella fue depuesta y en su lugar, tristemente, fue electa Inés Romero Cruz, propuesta por Concepción Flores Saviaga, que tiempo después fue traicionada por ella, al despedirla cuando cumplió 70 años, con todo y que la magistrada era –mediante decreto- inamovible-, al igual que Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros, ya fallecida y que luchó por su reinstalación.

    Con amparo en mano, nada distinto al del magistrado Roberto Dorantes Romero, magistrado que sí fue repuesto –se dice que mediante ciertas condiciones- Marco Antonio Lezama Moo ha luchado para ser reinstalado y en algún momento lo logrará, con todo y que la magistrada morena, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre sólo obedece lo que le dicta el gobernador Cuitláhuac García. Quizá por ello, se negó a reinstalar a Gladis Maldonado como magistrada, inclusive, haciéndose acreedora a una multa.

    Hay que decirle a Cuitláhuac García, Eric Cisneros, Lisbeth Aurelia Jiménez y a los mismos diputados locales que no están por encima de la ley y que pueden jugar a que tienen el poder, pero sólo se marearon por estar allí, enviados por un pueblo enojado y dividido, pero en algún momento se irán y la justicia les alcanzará. Nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente López que la violenta de manera frecuente.

    Gladis Maldonado, Marco Antonio Lezama Moo y Concepción Flores Saviaga deben seguir luchando no sólo para ser escuchados por la autoridad federal, sino porque tienen razón y además, tan sólo los tres, trabajaron mejor que todos los que están en este momento, la mayoría, improvisados.

    Feminicidios

    Según la organización feminista “Marea Verde” van 41 feminicidios en la entidad tan sólo en 2023. Lo peor, todos lo saben, es que la autoridad poco o nada hará para resolver eso. En la Fiscalía General del Estado no les interesa resolver nada y el gobierno del estado hace oídos sordos al llamado de organizaciones.

    Todos en el gobierno, federal o estatal, están ocupados en la elección de 2024 y casi han dejado de trabajar en bien de la población, aunque no hicieron mucho desde que llegaron en 2018. Las mujeres no significan mucho para el gobernador Cuitláhuac García y de acuerdo a lo expuesto en sus ruedas de prensa, ya sea en palacio de gobierno o en la misma FGE, la mayoría de las mujeres “andaban en malos pasos” o sea, pareciera que quiso dar a entender que merecían morir.

    Pero no gobernador, ninguna mujer merece ser maltratada o golpeada por trabajar, andar en la calle buscando alguna medicina o víveres para llevar a casa, incluso, ninguna mujer merece ser golpeada o violentada por sentir celos o reclamar algo a su pareja. Ni siquiera merece un maltrato una mujer que, por circunstancias de la vida, tiene que dedicarse a lo que nosotros vemos mal. No.

    Por ello es que se tienen que tomar acciones a pesar de este gobierno y marchar, gritar, reclamar a una autoridad que no tiene los pantalones bien puestos para hacer justicia. Así.

    PD A pesar que mucha gente ya anda confiada y como si no hubiera existido el Covid-19 sigue habiendo contagios. No se nos informa sobre cuántos hay diariamente, pero sigue habiéndolos y sigue muriendo gente. Hay que tener cuidado. Las vacunas que se aplicaron como refuerzo fueron cubanas en su mayoría y no estamos seguros si servían de algo, pero hay que exigir al gobierno a que continúe ejerciendo acciones para protegernos. Inclusive, se requiere que cada año haya campañas para evitar contagios de Covid-19 pues se ha dicho que éste se quedará para siempre.