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    José Luis Enríquez Ambell

    Café de Mañana

    Especialistas de la abogacía y la política como Don Sergio García Ramírez, quizá de los más reconocidos en el universo de habla hispana -no sólo en México- dentro del mundo del derecho, la legalidad, transparencia e instituciones, desde algunos foros ha mostrado su excepticismo en torno a la figura de los órganos autónomos de rango constitucional, y razones no le faltan desde su enfoque teórico y práctico.
     
    Y es que desde la década de 1990 fue cuando empezaron a crearse los órganos autónomos constitucionales, ejerciendo atribuciones y facultades, y así formando parte de la estructura del Estado Mexicano, – quien actúa a través de ellos – y que los convierte tambien en poderes públicos, distintos a los 3 poderes tradicionales: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

    Es así que son una entidad de derecho público, con personalidad jurídica propia, tesorería y patrimonio propios y autonomía en su gestión, que desarrollan actividades propias de la administración pública en su calidad de organización instrumental diferenciada y dependiente de esta.

    Ahora bien, hemos visto en los recientes años que los fiscales generales de algunos estados de la República – ahora en Morelos- han sido detenidos y llevados a procesos judiciales, y que dan «la impresión» que están más ligados a lo político que a lo jurídico.

    Este panorama debe alegrar a la delincuencia y quienes infringen la observancia de la ley de manera ordinaria, pues además de fiscales se han llevado a prisión y procesos a jueces; o sea, los poderes tradicionales en su conjunto están siendo objeto del escrutinio social y legal, pero sobre todo, de la voluntad política de la época, y esto no parece sea a través del camino de la justicia sino más bien de la mano del humor de quienes tienen el poder superior y el sartén por el mango.

    De esta forma, los Órganos Autónomos viven una etapa poco homogénea y más heterogénea, pues la relación con los poderes tradicionales y hasta entre ellos, presentan desencuentros y ponen a prueba sus potencialidades, y lo cual resulta lamentable al convertirlas en debilidades.

    Los órganos constitucionales autónomos, los Poderes tradicionales del estado y los actores políticos están en una lucha interna que les está llevando a reemplazarse unos con otros, y ridiculizandose mutuamente. Y hasta pareciera que el Poder Ejecutivo en los estados – Morelos es el caso actual – buscan volver a tener funciones que llevan a cabo ahora los órganos constitucionales autónomos, que históricamente fueron desempeñadas por los estados.

    Mientras tanto, en el poco tiempo de haberse constituido las Procuradurías de Justicia en las actuales Fiscalias Estatales como Órganos Autónomos, parece el momento justo para explorar qué elementos definen la autonomía en el caso de nuestro País, pues resultará muy lamentable que los órganismos autónomos sean debut y despedida como tales, pues la mayoría de ellos – por no decir todos – han nacido por la lucha y el empujamiento social y no por iniciativa del sector Gobierno, sino por la injerencia de la izquierda, y resulta que hoy que la izquierda es el Gobierno; les empuja, los arrincona, les vulnera, disminuye, ataca, y creo que el régimen pretende desaparecerlos, espero equivocarme.

    DE SOBREMESA

    En el caso de Morelos, la interpretación y el mensaje que se alcanza a entender es que la reaparición política del ex Gobernador Graco Ramírez – de origen Tabasqueño – en favor de Doña Xochitl Gálvez, así como, las supuestas carpetas de investigación que ponen en la agenda al actual gobernante, el exfutbolista internacional Cuahutémoc Blanco y según se dice; algunas autoridades de la CDMX por diversas razones y hechos, hicieron accionar el resorte de la justicia contra el Fiscal Uriel Carmona.

    UN CAFÉ CON DOBLE CARGA

    Por cierto, Uriel Carmona además de la situación bastante incómoda que ha sostenido desde el 2018 con el gobernador Cuauhtémoc Blanco, el abogado es Notario Público, y hasta el momento sus colegas fedatarios en el estado de Morelos – al menos – ni se han manifestado ni han fijado posición alguna.

    UN CAFÉ NEGRO VERACRUZANO

    Recordemos que cuando la detención de Jesús Murillo Karam – ex titular de la PGR – a quien le presentó la orden de detención le expresó: Usted proceda que «esto es un tema político más no jurídico ni de justicia.»

    UN CAFÉ LECHERO LIGHT DIVORCIADO

    Los asuntos de Uriel Carmona como de Jesús Murillo Karam, «lamentablemente, son acciones que no dan respuesta a las familias de las víctimas,» y ojalá que la justicia no termine siendo selectiva y sin dar con los responsables de quienes coartan las normas legales que rigen a la sociedad, como en estos casos.

    UN CAFÉ DE OLLA DE BARRO

    La época de discusión y polarización política lleva a sospechar que la estructura de seguridad pública, la de procuración de justicia y hasta la de administración de justicia en algunos sitios del país, se activa contra cualquier opositor o persona que presente alguna incomodidad al sector Gobierno. Y esta observancia no brinda armonía ni concordia social, y menos seguridad, salvo que se demuestre lo contrario.

    UN CAFÉ CON CANELA Y PANELA

    Y mientras los temas de seguridad pública, procuración de justicia y administración de justicia, y hasta politicos y electorales aumentan en la agenda nacional, las comisiones estatales y nacional de los derechos humanos, podrían ser rebasadas y relevadas por los organismos internacionales correspondientes.

    UN CAFÉ PARA LLEVAR

    El nacimiento de nuevos hechos no deberían dejar en el olvido otros temas, que igualmente son de relevancia para la sociedad en conjunto.

    ¡ ES CUANTO !

    enriquezambell@gmail.com