Sergio González Levet
Sin tacto
En Veracruz era un desconocido e incluso entre los morenistas jarochos porque no obstante que nació en Otatitlán, el santuario del Cristo Negro, hizo su vida y su carrera en Mexicali, un lugar tan distante que si nuestra tierra fuera un planeta completo estaría situado en las antípodas.
Sin embargo, ganada la gubernatura en 2018 por Cuitláhuac García, recibió el cargo más importante después del de Gobernador, el de Secretario de Gobierno, al parecer impulsado por la ahora Secretaria de Energía y entonces senadora recién electa.
Y ese desconocido tomó posesión y acumuló tal poder que muchos consideraron que era quien realmente mandaba en la entidad, porque empezó a hacer de las suyas sin tomar parecer de nadie y sin tomar en consideración que había un proyecto y una línea que guardar.
(Fue tal la consideración que llegó a tener, que alguna vez replicó que no querría entrar en lugar de Cuitláhuac si éste renunciaba antes de terminar su mandato, “porque iba a perder poder”.)
Así, entraron en su línea de influencia muchos alcaldes de su partido y de otros, que se doblaron (Trump dixit) y fueron ovejas obedientes ante el mandado del poderoso Secretario.
Igualmente sucedió con muchos funcionarios y funcionarias que llegaron a sus puestos gracias a la influencia determinante de Eric Patrocinio Cisneros Burgos, como se hace llamar y como se llama realmente.
Y después se erigió como el guía, el líder, el patriarca de un supuesto movimiento por la negritud en Veracruz -que dicen él mismo inventó, como su trayectoria política local- sin haber estado nunca en ninguna reunión o asociación o grupo que tuviera los fines de emancipar o rescatar o liberar a los afrodescendientes que son veracruzanos.
También se volvió escritor sin que nadie lo hubiera leído antes, sin que hubiera participado ni siquiera en algún taller de prosa poética o poesía prosaica, sin que se sospechara siquiera su talento para la ficción… literaria.
Y del mismo modo por ensalmo, empezó a aparecer en decenas, cientos de espectaculares en toda nuestra geografía, y en miles de bardas con su nombre y el título de su libro sobre la negritud en Veracruz que, como El Quijote, todos conocen pero nadie ha leído, con lo que se volvió un candidato a la gubernatura, en contra de su madrina Rocío Nahle.
En el pináculo, fue objeto de una mención del propio Presidente en su mañanera, quien le pidió “respetuosamente” que bajara sus espectaculares y renunciara si quería hacer campaña. Pero don Eric no quiso hacerlo y fue defendido calurosamente por el Gobernador, tan afín al Mesías tropical.
La cosa es que Eric siguió en su puesto y siguió haciendo campaña, hasta que ayer AMLO lo mencionó nuevamente y otra vez le pidió respetuosamente que renunciara y se fuera a recorrer casa por casa las comunidades veracruzanas. Pero Cuitláhuac salió a re-defenderlo, con riesgo ya de perder el favor presidencial que cree que tiene.
¿Quién será pues, ese tal Eric Cisneros que tiene tanto poder… más seguramente que el propio Peje, al que no le hace ningún caso?
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