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    Vicente Luna Hernández

    Ante los últimos acontecimientos de violencia en diferentes municipios del Estado de Veracruz, los ciudadanos nos preguntamos ¿cuándo se descompuso Veracruz? ¿A quién culpamos? ¿Los responsables pagaron sus culpas? ¿En manos de quien está la seguridad pública? ¿Son tan malos los de adentro que lo de afuera? ¿Los gritos de reclamo ya no son suficientes? ¿Algún día regresará la seguridad y la tranquilidad a las calles de Veracruz?

    Te extraño más que nunca y no sé qué hacer/ 

    Despierto y te recuerdo al amanecer/

    Me espera otro día por vivir sin ti/

    El espejo no miente, me veo tan diferente/ 

    Me haces falta tú.

    Por el gobierno de Veracruz han pasado funcionarios de todos colores y de otros Estados a «trabajar» por la seguridad de las y los veracruzanos, ¿a qué partido culpar de manera especial? ¿Es cuestión de colores partidistas? ¿La corrupción de funcionarios en las instituciones ayer de seguridad pública fue la causa y hoy cuál es? ¿Los expertos en temas de seguridad que han llegado de fuera se contaminaron de mañas en Veracruz o llegaron a contaminar más?

    La gente pasa y pasa, siempre  tan igual/

    El ritmo de la vida me parece mal/

    Era tan diferente cuando estabas tú/

    Sí que era diferente cuando estabas tú.

    Se habla de la violencia provocada por los grupos de la delincuencia organizada ¿pero qué hay de la violencia diaria en las calles, en los centros de diversión, en las plazas comerciales? ¿Qué hay de aquellos que no forman parte de algún grupo delictivo en especial pero al igual que ellos son un peligro para Veracruz? ¿Cualquier hijo de vecino puede «robar» la tranquilidad sin preocupación alguna?

    Lo cierto es que el tema de la seguridad pública es y será tema central en la próxima campaña presidencial y en la renovación de los gobiernos estatales, las y los candidatos deben de tener propuestas concretas, creíbles y contundentes, poner un determinado tiempo de plazo para abatir la inseguridad es demagogia pura, ¿ es el ejército y la marina la solución? que hablen los expertos, la realidad es que está claro que dar seguridad pública y tranquilidad al pueblo de Veracruz no se trata de temas o problemas de ideologías políticas o de recursos económicos, es un tema mucho más profundo y como tal se debe de enfrentar, es nuestra triste realidad social, es tiempo que la clase política – muchos de los cuales lo que menos tienen es clase – deben decir las cosas como son. 

    ¿Es cuestión de más penas a los criminales? ¿Es necesario el asesoramiento de gobiernos extranjeros? ¿Es necesario dar más abrazos para serenar a los violentos? Basta ya de frases de campaña, esta claro que el grito desesperado de un padre: «si no pueden renuncien» no tuvo eco, cuando ese padre – que es el sentir de millones de mexicanos – gritó…la clase política volteo hacia otro lado y siguió cobrando sus quincenas ¿qué hacer ante tanta violencia?

    ¿Es la tranquilad y la seguridad pública un sueño inalcanzable para México?

     No hay nada más difícil que vivir sin ti/

    Sufriendo en la espera de verte llegar/

    El frio de mi cuerpo pregunta por ti/

    Y no sé dónde estás/

    Si no te hubieras, sería tan feliz.

    P.D.-Con el ánimo que a los oídos de la seguridad y de la tranquilidad llegue el grito de desesperación: «Si no te hubieras, sería tan feliz»…Escribiré otro día.