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    Luis Bustos

    EnEstaHora

    El quinto año de gobierno, la antesala de la sucesión  y las ganas incontrolables del presidente López Obrador, por adelantar el proceso electoral, nos han permitido ver de todo o casi todo en política.

    De entrada pensé todo, pero mejor corrijo, casi todo.

    La corrección se debe a que aún no inicia legalmente el proceso y ya hemos visto lo suficiente para un buen libro de política contemporánea o, quizás una serie televisiva o mucho, mucho más.

    En esta ocasión quiero referirme a la postura personal de los actores políticos participantes, que son quienes le pueden dar brillo, limpieza y legalidad a lo que se hace de un lado o del otro.

    Veamos: en el Frente Amplio por México, ya concluyó el proceso y antes de la designación oficial de Xóchitl Gálvez como la Representante de ese Frente, pudimos ver a una Lily Telliz, inconforme o dudosa del proceso anunciado y optó por retirarse desde antes de que formalmente iniciara la competencia interna.

    Así, poco a poco se fue desgranando la mazorca: Gurría, Guajardo, Cabeza de Vaca y otro y otro más, se fueron retirando, sin mayores estridencias.

    Sin embargo, los perredistas Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles, al no aceptar observaciones a su levantamiento de firmas, comenzaron por cuestionar e impugnar. Más tarde, Silvano, ante ofrecimiento de ser el responsables de la temática del campo, se reincorporo al proyecto.

    Entre los finalistas, Enrique de la Madrid, que lució inteligente, preparado, objetivo y con buenas proyecciones a futuro, quedó fuera en razón de las encuestas y supo aceptar con elegancia y dignidad el resultado y ha mostrado sumarse al proyecto desde distintas trincheras y foros de opinión.

    Después, Santiago Creel, optó por declinar a favor de Xóchitl, quien lo designó Coordinador y quedaron para la final dos mujeres: Beatriz y Xóchitl, Xóchitl y Beatriz. 

    Dos mujeres de arraigo popular y conocedoras del proceso interno, decidieron seguir adelante. Las dos mostraron sus cartas y fueron convenciendo a militantes partidistas y ciudadanos en general.

    La tlaxcalteca mostrándose como lo que es, una política de mucha sapiencia, preparación y experiencia. 

    La hidalguense, más técnica, con vocabulario más pueblo y con l antecedente de gran calado de que al pedir su derecho de réplica, le cerraron la puerta de palacio nacional, siguió acumulando firmas, al grado de que fue necesario y, además, conveniente, suspender la elección directa programada para el día 3 de septiembre, ya que ante las circunstancias, la senadora Paredes, con gran mensaje a la opinión pública, dio a conocer que perdió. No que declinó, sino que perdió.

    En razón de lo anterior, hubo manifestación del PRI en favor Xóchitl Gálvez y se acabó la disputa interna. Punto, con civilidad, entusiasmo y suma de voluntades.

    Al momento de escribir esta columna, aún no se conocen los resultados de las encuestas del proceso interna de Morena y sus aliados. Se sabe de algunas inconformidades de parte del equipo de Marcelo, que se manifiesta en desacuerdo con detalles del proceso, pero sigue participando y esperando el resultado oficial que anuncie la dirigencia.

    Movimiento Ciudadano tiene dos frentes: El de postura necia de Dante y el gober Samuel García y el de la visionaria postura de gober Enrique Alfaro y del alcalde Luis Donaldo Colosio, este, con frases contundentes de no prestarse a ser factor de división de la oposición.

    En cuanto a los llamados INDEPENDIENTES, como Ulises Ruiz, ex gobernador de Oaxaca, que muy distinto a Colosio, opta por sus visión personal y se mantiene en la línea de inscribirse y participar, con la finalidad de “cachar” algunos votos, que, obviamente, saldrían de algún segmento de la oposición, es decir, DIVIDIR en lugar de SUMAR.

    En conclusión: De la Madrid, Creel y Paredes por el FAM, Enrique Alfaro y Luis Donaldo Colosio de MC, han mostrado altura de miras y han sabido pronunciarse en favor de la suma y dejar de lado la resta, el ego y el Yo,yo.