Felipe de Jesús Fernández Basilio
Desde a Janela
“Ya solo restan un año y veintidós días para que se vaya a … su rancho”
Sin nada digno que comentar, en cuanto a su resultado, concluyó el dizque proceso de MRN para elegir a su candidata para la presidencia de la república, el nombrecillo que le pusieron para burlar la ley electoral que ellos mismos impulsaron cuando eran oposición y que ahora usan, aunque ni en sus estatutos existe tampoco es relevante, porque la finalidad es la ya mencionada.
Y digo que no hay nada digno que comentar en cuanto al resultado de ese “proceso”, porque éste ya se sabía desde hace dos años o incluso más tiempo, ya que la voluntad del amo de ese partido era manifiesta tanto en dichos como en hechos; es más, esa decisión fue mucho más burda que los dedazos que se daban en la época del PRI omnipotente, ya que en ellos el ritual marcaba que se producía en el otoño que seguía al quinto informe de gobierno y antes de ese tiempo solo el señor presidente, y a veces ni él, sabía quién podía ser su sucesor.
Mas en este caso, la decisión ya se notaba desde el inicio del sexenio, al enviar a la predilecta a hacer lo que su mentor no pudo y se quedó con muchas ganas de hacer, gobernar la Ciudad de México y de ahí pasar directo a la presidencia de la república; cosas muy parecidas se llegan a ver en las relaciones de padres de familia obsesivos en relación a sus hijos, en las cuales les imponen como meta de vida lo que no pudieron ellos hacer.
Y esa decisión fue aún más evidente cuando pasaron las elecciones intermedias, las cuales fueron el primer descalabro fuerte de la transformación que no fue y por ello hubo que adelantar la sucesión para dar a conocer de forma descarada a la designada; fíjense bien, ninguno de los otros tapones o como se les llame, hicieron durante dos años “conferencias magistrales sobre buen gobierno” con público acarreado por los gobiernos estatales.
Ya el “proceso final” solo debía de servir para redondear lo que se había trabajado arduamente en los dos últimos años, ya que solo se trataba de hacer un teatro con actores de reparto cuidadosamente seleccionados, por ningún motivo se aceptó a nadie más, hacer la última gira por el país con acarreados y burócratas locales y llevar a cabo la “encuesta” que “legitimaría” a la designada.
Con lo que ya no contaban, o si lo hacían en su soberbia les era irrelevante, es que el producto, la señora Claudia Sheinbaum, es por decir lo menos… muy difícil de vender, tan es así que ni a los de casa logró convencer del todo y por esa razón tuvieron que hacer fraudes en su propia micro encuesta, unos cuantos miles de consultaos frente a un padrón de 98 millones de electores.
Y es que no hay otra explicación para que demoraran con el levantamiento y con la entrega de resultados el día convenido, ni mucho menos para que no se tomaran las muestras completas y que de cinco casas encuestadoras que intervinieron solo una tomara los resultados y las demás los copiaran y ya sin mencionar las brigadas de empleados estatales que inducían el voto por la designada al momento de contestar la encuesta.
En resumen: a pesar de tantos años de desviar recursos, acarrear beneficiarios de programas sociales y burócratas locales y federales para agasajar a la candidata, lograron hacer que la señora Sheinbaum Pardo lograra ganar de manera convincente una encuestita hecha a modo.
Y es que la señora Claudia simplemente no entusiasma ni a sus empleados, es gris, es aburrida y lo peor de todo, no propone ni sugiere algo nuevo, ya que todo lo copia de su mentor; vamos, Claudia Sheinbaum tiene todo lo contrario a lo que se requiere para buscar el voto.
No paso por alto que Sheinbaum ha ganado una lección municipal y otra local, sin embargo, en ambos casos fueron debido al empuje de su todavía jefe y no a sus dotes como política.
Mas a pesar de esas carencias no hay que subestimarla, ya que lo que hemos visto en estos últimos años ha sido un ensayo de lo que se va a pretender hacer en la campaña por venir, ya que todo lo que aquí se ha descrito y muchas artimañas más vendrán para hacerla ganar al precio que sea y cometiendo los delitos que se tengan que cometer.
Y si gana, el comunismo ahora sí será una realidad en el gobierno mexicano, porque lo que no tiene de candidata lo tiene de comunista, ya que en su juventud militó en los grupos radicales de la UNAM y sigue perfectamente el manual que todo buen comunista utiliza para acceder al poder, mimetizarse y pasar desapercibido hasta alcanzar la cima y entonces sí a sangre y fuego imponer la revolución.
Hasta ahorita con López Obrador sí hemos visto un ala radical, pero también había otra moderada y al propio López se le puede tachar de miles de cosas, pero no es comunista, ya que a lo mucho es un priísta de los setenta que coquetea con esas ideas, sin usar lo que más le conviene; pero con Claudia, la cosa es muy diferente y si llega a formar gobierno, la radicalización es inminente; su vida y obra lo explican muy claramente.
Por último, les comento que el primer engañado es el mismo López Obrador, quien creé que escogió a la persona más fiel y manipulable que podría encontrar, porque así le ha hecho creer Claudia al mostrarle total sumisión; mas no hay que olvidar que una persona que ha sido tan obsequiosa y seguramente humillada muchas veces, puede albergar muchos resentimientos y ya empoderada, puede comenzar buscando venganza, la historia de la humanidad está llena de casos así.
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