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    Miguel Ángel Gómez Ruiz
    Contrapunto

    Antes que nada, quiero comenzar con lo siguiente: si a su puerta llega algún trabajador o delegado del Bienestar y le dice que si usted vota por la oposición se perderá los recursos que le regala el gobierno no es cierto. La pensión para adultos se mantendrá, al igual que los recursos para estudiantes. No es cierto que desaparecerán. Esa es una manera burda en la que Morena quiere mantener simpatizantes, aplicando la fórmula del miedo.

    Por otra parte, millones de mexicanos siguen sin encontrar el camino para salir de la pobreza extrema. No hay forma. No hay empleos y lo peor es que los recursos –utilizados para comprar votos- no son eternos y no duran casi nada. La pobreza sí.

    En un recorrido por algunas zonas de Veracruz, Antonio Luna, de la organización Cardenista se entrevistó con pobladores, por lo menos desde Paso de Ovejas hasta Naolinco y no se percibe el éxito de alguna fórmula aplicada por el gobierno federal o por el gobernador Cuitláhuac García. No hay apoyos al campo, ni a productores y mucho menos los pobladores encuentran trabajo cuando buscan cómo sobrevivir.

    Los recursos de precampañas de Morena, cientos de millones de pesos utilizados en espectaculares, pinta de bardas y acarreo de personas a las que incluso trasladan de un estado a otro habrían servido quizá, para aplicarse en el campo, captación de agua, pavimentación de caminos y calles, pero prefieren gastarlo en sus candidatos, nada más burdo.

    Peor aún, hay gente que sigue creyendo que este gobierno, que ha sido incapaz de combatir al crimen y reducir la inseguridad; que no ha tenido la capacidad de llenar los hospitales con medicamentos; que se olvidó de reparar carreteras y autopistas federales y que no ha sido capaz de frenar el alza de precios. Hoy, todo está más caro y muchos del gobierno son más ricos. Sí, más ricos.

    En la batalla que sostendrán Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, el gobierno está tan desesperado que utilizará hasta el último peso –en lugar de combatir el hambre y la pobreza- para que la oficialista gane, pero ojo, cada día Xóchitl Gálvez sigue creciendo.

    Cuitláhuac García

    De pronto, de un tiempo a la fecha y con el apoyo de prestanombres, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez decidió apoyar al deporte.

    Eso lo vimos desde que Lizbeth Aurelia Jiménez, entonces juez en Poza Rica, dictó prisión preventiva a dos empresarios que denunciaron que Ana Guevara, a través de unos allegados, pretendió extorsionarles tras ganar una licitación con un monto cercano a los 20 millones de pesos.

    Él lo solucionó así, metió a la cárcel a los empresarios, a Lizbeth Aurelia la convirtió en presidente del Poder Judicial y dizque limpió el nombre de Guevara.

    Pero el mandatario está empecinado en algo, mantener su dominio en Xalapa y ganar territorio en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, por ello se alió a empresarios –al parecer algunos lo son- para contar con un equipo de basquetbol, un equipo de béisbol y muy pronto, así parece, de un equipo de futbol.

    Sin embargo, no todo es lo que parece, aquí alcanza para tener equipos de medio pelo. Quizá el mayor éxito de los Halcones Rojos, que juegan en un renovado Auditorio “Benito Juárez” sea que el número de espectadores llenará el local la mayor de las veces, por las promociones o los bajos precios, pero difícilmente accederá al campeonato.

    Con el Águila de Veracruz ya lo vimos, se quedaron a la orilla y no trascendieron y en lo que respecta al futbol no se ve un futuro muy halagador si es que compran un equipo y lo traen a un renovado Luis “Pirata” de la Fuente. La razón es muy sencilla. Será un equipo de una división inferior. Eso repercutirá en las entradas y además, no habrá ascenso en un buen tiempo, así que no se ganará mucho.

    Para acabar pronto, si el futbol de la Primera División no es lo mejor, imagine a una Liga de Expansión en donde los rivales del Veracruz serán la Universidad de Guadalajara, Oaxaca, Cimarrones de Sonora, Atlético la Paz y Tepatitlán de Morelos, entre otros. Vaya.

    PD Veracruz merece otra ruta. En casi cinco años, este gobierno ha ido de traspié en traspié y no tiene forma –no la tiene- de cambiar esto y salir adelante, lo que nos confirma que, de 2018 a la fecha, esto ha sido un fracaso. Un auténtico fracaso.