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    Elena Córdova Molina
    Veracruz profundo

    Nadie puede negar, para bien o para mal, que Movimiento Ciudadano, como instituto político es tema central de muchas conversaciones entre expertos de la opinión pública, analistas políticos y más aún, entre la población en general.
    Para quienes orgullosamente integramos parte de la Comisión Operativa Estatal, cada vez más, conforme se acercan los tiempos, nos invade un gran sentido de responsabilidad, pues sabemos que somos parte fundamental del sistema democrático mexicano y, por ende, veracruzano. No sólo en la parte electoral sino de participación ciudadana abierta y permanente.


    Modestia aparte, somos la mejor opción partidista en este momento, con altos niveles de aprobación y la que menos rechazo genera en todo el país. Por eso es entendible que los que integran el denominado Frente Amplio por México, nos envié señales, hagan declaraciones, pidan y prácticamente exijan que nos sumemos a su conformación política que han hecho bajo sus propios intereses, mas no los de la mayoría del pueblo mexicano, como poco a poco se deja entrever.
    Sin embargo, las encuestas confirman que una gran mayoría de mexicanos están en contra de que nos unamos a las alianzas de la vieja política. 6 de cada 10 personas nos consideran la única opción política distinta, esa que camina y escucha a los ciudadanos. Si nos unimos a una alianza, dejamos a México sin opciones.
    Por ello estamos convencidos que la elección del 2024 no consistirá en elegir entre dos alianzas que representan pasado. No se puede impulsar un cambio real recorriendo el mismo camino, con los mismos partidos y con los mismos personajes que ya le fallaron al país una y otra vez.
    Frente a quienes pervierten el sistema electoral para disputarse el poder en vez de atender los graves problemas del país, nosotros podemos decir con la frente en alto, que nos conducimos con estricto apego a los tiempos marcados para iniciar un proceso de selección de candidaturas, mención especial, la que se refiere a la postulación en la candidatura presidencial en el 2024. Ahí una de las grandes diferencias que nos separan, entre ellos y Movimiento Ciudadano.
    Como es natural y en honor a la verdad, claro que hay inquietudes, dudas, preguntas; no falta quién, incluso nos diga, si estamos bien, si estamos en lo correcto y si nos hace bien la espera, y es que tanta información, tantas solicitudes, tantos cuestionamientos mueven la consciencia de cualquier ciudadano que se precie de conocer el contexto político actual en el país.
    Entonces, qué nos hace sentirnos tranquilos, seguros, en concordancia con lo que nos indican nuestros dirigentes nacionales y estatales, lo atribuyo a dos vertientes: La transparencia y la comunicación.
    La transparencia en el decir y el hacer. La transparencia de cómo se conducen nuestros lideres que es lo que nos genera confianza, y con ello se consolida una relación entre los que poseemos una responsabilidad moral más allá de los documentos rectores que nos rigen como institutos políticos. No confiamos a ciegas, confiamos porque todo se hace con transparencia, lo cual nos hacen sentir parte activa y propositiva, desde el simpatizante y el militante hasta quienes tenemos el honor de ser parte de la coordinación estatal, en mi caso particular.
    La otra vertiente, es la comunicación, que fluye de manera oportuna y sin regateos. Mucho menos parcial o sesgada. Existe realmente una comunicación entre nosotros, abierta y honesta. Es bien sabido que la comunicación es la base sobre la que se fincan las acciones inmediatas y adecuadas de cualquier organización, ahora que la tecnología nos ayuda a comunicar en tiempo real.
    Así, de esta forma podemos decir que funcionamos y nos desarrollamos adecuadamente como partido político. Todos tenemos acceso a la información que se genera en el interior de nuestra organización política, nada en lo oscurito ni a medias.
    A lo anterior, y en el caso específico de Veracruz, agregaría algo sumamente importante, nuestro joven dirigente estatal, Sergio Gil, que es el capitán del barco. Y bajo su firme mando navegamos sobres las tomentosas aguas de la política veracruzana. Con él hay guía y hay rumbo. Sin duda llegaremos a buen puerto.