Sergio González Levet
Sin tacto
La ingeniera Rocío Nahle, aún Secretaria de Energía y que ha manifestado su deseo de ser candidata de Morena y sus aliados a la gubernatura de Veracruz el año entrante, está exponiendo sus razones de por qué puede ser ella aunque no sea nacida en la entidad, sino en el hermano Estado de Zacatecas.
Dice doña Chío que aunque no lo es por razones de geografía, se siente veracruzana debido a que desde hace 36 años llegó a radicar a Coatzacoalcos, recién egresada de una ingeniería en la universidad de su tierra. En el sur hizo una carrera dentro del sector petrolero y esos años vividos allá la hacen sentirse como natural de estas tierras.
Es de creerse que tenga ese sentimiento ante una tierra tan hermosa y feraz como la nuestra, la mejor del mundo.
También la ingeniera Nahle recuerda que su esposo es nacido acá y sus dos hijas son veracruzanas. He ahí una justificación precisa para el amor que le tiene a esta tierra, que es la de su familia cercana y donde tiene guardado su más profundo amor filial. Cualquier madre ama el lugar donde nacieron sus retoños.
Otra razón que ofrece Rocío resalta por su lógica estrambótica: “Imagínate que yo esté pidiendo autorización para que alguien me diga si es mi casa o no es mi casa, si es mi familia o no es mi familia. Noooo. Pero mira, la politiquería yo la dejo a un lado, ¡soy veracruzana por convicción no por obligación!” (las enfáticas admiraciones son mías).
Y también la constructora de lo que va de la refinería de Dos Bocas toma como argumento su propia convicción y revela que “para mí los 8 millones 62 mil veracruzanos que están en territorio son veracruzanos. Yo no me voy a fijar en su origen. Y el millón de veracruzanos que se fue, por cualquier tema que haya salido (sic) del territorio también son veracruzanos”.
Y de ahí, entrada en gastos jarochos, pasa a la admonición, pues amenaza que “no aceptará ningún tipo de discriminación para los paisanos que se fueron de la entidad o para aquellos que viven desde hace años en Veracruz”.
Al sentirse veracruzana sin serlo, Rocío Nahle se sigue de bajada y se compara como quien no quiere la cosa con todo un padre de la patria:
“El primer Gobernador de Veracruz fue Guadalupe Victoria, originario de Durango, quien posteriormente fue Presidente de la República. Este hecho está plasmado en la historia y es momento de avanzar, madurar, trabajar y consolidar la Cuarta Transformación”.
Ah, fue dos veces diputada y una senadora, y dice ella que es motivo para que sea considerada nuestra paisana. Y luego afirma sin probar que mantiene la residencia efectiva en el estado.
Bien son todas razones de mucho peso para la señora y para sus fieles seguidores desde el Gobierno de Veracruz, peeeero…
Nada de lo afirmado por Nahle García para confirmar su condición de veracruzana está plasmado en la Constitución Política de Veracruz y tampoco en la Carta Magna nacional.
Así que, como demuestra fehacientemente el mejor constitucionalista de Veracruz, don Fidel Ordóñez Solana, ella no tiene las condiciones para ser considerada ciudadana de Veracruz.
Y ahí para todo.
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