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    Ruth Callejas Roldán
    Diputada por Movimiento Ciudadano

    La Violencia política contra las mujeres en razón de género es una práctica nociva que se incrementó debido principalmente a una mayor presencia de las mujeres en el espacio público. De acuerdo con los compromisos contraídos por parte del Estado Mexicano al suscribir tratados internacionales, y en leyes nacionales como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, esta violencia debe erradicarse de manera definitiva de las prácticas políticas, y no basta solo legislar al respecto, sino que debe acompañarse de estrategias que incluyen la sensibilización, la denuncia ante las autoridades correspondientes y agotar todas las instancias para que ningún agresor continue en espacios públicos o privados ejerciendo violencia. Al Estado y sus instituciones les corresponde garantizar a las mujeres acceso a la justicia, la reparación del daño y la garantía de no repetición.

    La Ley 3 de 3 hoy es una realidad que debemos hacer valer en todas las instituciones.

    Es responsabilidad de los Organismos Públicos Locales y los Tribunales Electorales Locales, realizar las investigaciones correspondientes para procurar a las mujeres el acceso a la justicia de manera pronta y expedita, libres de presiones políticas y ponderando en todo momento la separación de poderes en el Estado.

    Por todo lo anterior el día de hoy, acudí a la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a interponer el Juicio para la Protección de los Derechos Políticos-Electorales de la Ciudadanía en contra de la Sentencia del Tribunal Electoral del Estado de Veracruz, que pone fin al Procedimiento Especial Sancionador iniciado en contra del Secretario de Gobierno, por las manifestaciones realizadas en mi contra en mi calidad de Diputada Local y en contra de Movimiento Ciudadano durante la comparecencia ante el Congreso del Estado el 24 de Noviembre del 2022, en donde nunca respondió a las preguntas que una servidora le hizo, sino que sacó pancartas que llevaba previamente impresas sobre otros Estados de la República de gobiernos de Movimiento Ciudadano, finalizando con la el comentario: “afortunadamente el OPLE le corrigió la nota a su partido y dejó fuera a un hombre para que usted también fuera Diputada, que bueno, que bueno”.

    ¿Y eso qué tiene que ver con las acciones concretas que ha llevado a cabo el Gobierno del Estado para verdaderamente erradicar la violencia en contra de las mujeres?, con los beneficios que tampoco respondió han recibido los siete municipios que alcanza el Convenio de Colaboración firmado para la Alimentación, Fortalecimiento y Actualización del Banco Estatal de Datos e Información sobre casos de Violencia en Contra de las Mujeres?

    A casi un año de estas acciones que se actualizan como Violencia Política contra Las Mujeres en razón de Género, debido a que en su contestación se refirió a una servidora de manera despectiva y discriminatoria, y no de lo que se le preguntó, considero que se siguen violando mis derechos humanos, primero ya que no se me otorgaron medidas de protección ni medidas cautelares que deben emitirse de acuerdo a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, luego con la revictimización y declaraciones del mismo agresor hacia una servidora y mi familia, con Comisiones de los Organismos sesionando en privado y a distancia, etc. Y teniendo que agotar todas las instancias jurisdiccionales para ser escuchada.

    Hoy vuelvo a iniciar este recorrido y lo hago con la confianza que tengo en la Justicia Federal Electoral, pues son quienes realmente se han puesto esas gafas violetas y han aplicado la Ley con eficacia y pertinencia.

    El Derecho que tenemos las mujeres a ejercer nuestros derechos políticos y electorales, y que se nos garantice una vida libre de violencia y discriminación, se traduce en la obligación de toda autoridad de actuar con perspectiva de género y con las gafas violetas que deben aplicarse para visibilizar la desigualdad, las prácticas y comentarios normalizados que siguen violentando a más mujeres en la vida no sólo política sino en todos los ámbitos.