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    Sergio González Levet

    Sin tacto

    Hay políticos en Veracruz que son más pepistas que Pepe.

         A la menor provocación, salen con su… cargada… de que ya hay candidato del Frente Amplio por México en Veracruz (FAV) y es -segurito, no puede ser otro, nadie más que él- Pepe Yunes Zorrilla.

         Y al apuro añaden la violencia de género, de número y de especie: no les quiera usted decir que tal vez pueda ser otra persona la que encabece al FAV, porque saltan de inmediato, gritan, acusan de pelmazo o traidor al que se atrevió a pensar o asegurar eso, y terminan con su tajante:

         —Es Pepe, no puede ser nadie más”.

         ¿Que por qué? Pues porque ellos lo dicen, lo aseguran, lo saben desde lo más profundo de su ansiedad por regresar (más bien “volver”, porque “regresar”, ¡nunca!) a las viejas glorias del poder priista, cuando podían meterle mano al presupuesto y a quien se dejara en la oficina -hombre, mujer o quimera-.

         Es Pepe y ya.

         Peeeero, el propio diputado José Yunes Zorrilla ha tenido que salir al paso de estos adelantados, que no hacen más que dificultar su carrera hacia la candidatura, en la que compite con otras y otros que tienen también sus buenas medallas curriculares, y su corazoncito.

         Se ve que a aquellos nostálgicos de la prehistoria tricolor les urge; se nota que se les cuecen las habas; que piensan que ya la hicieron; que una vez más la Revolución les hará justicia y todo volverá a esa normalidad en la que medraron tanto y tanto tiempo.

         Lo que no entienden sus entusiasmados fans antañones, es que el diputado por Perote-Coatepec puede algunas tener fallas y defectos, pero sobre todo posee virtudes con las que ha caminado el largo y sinuoso sendero de su carrera política.:

    cordura, templanza, inteligencia.

         Si pensamos en su actividad de los últimos meses, ha demostrado su largo colmillo caminando entre la gente de Veracruz, en reuniones con grupos representativos, en sus apoyos a productores y ofrecedores de servicios, en los compromisos que ha ido signando con liderazgos regionales de toda la geografía estatal. Sumando, sumando, sumando.

         Al contrario de lo que piensan sus cercanos que se creen cercanísimos, él sabe que no la tiene aún segura, que no ha ganado nada, que no hay seguridad porque en política las cosas se te caen del plato a la sopa.

         Por eso la instrucción a los que se dicen pepistas, es que se mantengan callados, calladitos, que esperen con toda paciencia los tiempos, que hagan la soberbia a un lado y que no dejen de trabajar por el proyecto.

         Para ponérselas clarito, les dice que sigan el ejemplar comportamiento de Ignacio Morales Guevara, el alcalde de Altotonga.

    sglevet@gmail.com