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    Bernardo Gutiérrez Parra 

    Desde el café 

    El día de su toma de protesta como gobernador de Veracruz y mientras soltaba su choro en el Congreso local, Cuitláhuac García dio la impresión de estar como extraviado.  “Es que lo embarga la emoción; como que aún no le cae el veinte de que ya es gobernador”, comentó uno de sus seguidores. Pero un analista político fue más certero: “Lo que pasa es que no tiene ni caraja idea de lo que está leyendo”. 

    Y en efecto. 

    Semanas antes, el bisoño gobernador electo se reunió con Andrés Manuel López Obrador que le habló de la necesidad de dar un golpe contundente de optimismo y esperanza en el ánimo de los vapuleados veracruzanos. 

    “No quiero que utilices en tu discurso las mismas palabras y hagas las mismas promesas que tus antecesores; eso ya está muy choteado. Quiero que digas algo diferente, algo que sea un trancazo mediático. He pensado que emitas la Declaratoria del Programa Emergente en Materia de Desaparición de Personas en el estado de Veracruz”. 

    “¿Y qué es eso?”, debió preguntar Cuitláhuac. “Un documento que te están elaborando y que leerás en tu toma de posesión”. 

    Dicen quienes lo vieron, que el texto de la Declaratoria le llegó en tiempo y forma y aunque no lo entendió en una primera lectura, lo guardó por ahí hasta el 1 de diciembre del 2018 en que lo tartajeó frente los diputados. De ahí que el confuso fárrago para él, lo tuviera medio lampareado. “¿Qué carambas querrá decir esto?”, debió preguntarse.

    Pero a pesar de lo mal leída y menos entendida, la Declaratoria fue ovacionada por una ciudadanía esperanzada. 

    En su parte medular la Declaratoria manifiesta el compromiso del gobierno estatal de apoyar a los familiares de los desaparecidos, aportar recursos para su localización y evitar más desapariciones. Pero como éstas continúan prácticamente todos los días, pensé que el documento había ido a parar a uno de los tantos basureros a cielo abierto que hay en la entidad. Y creo que no me equivoqué. 

    De acuerdo con la académica de la Universidad Veracruzana, Mayra Ledesma Arronte, que ocupó la dirección de Cultura de Paz y Derechos Humanos desde el inicio de esta administración hasta enero del 2022, la Declaratoria no se ha cumplido ni en un 30 por ciento. No hay apoyos suficientes ni personal capacitado para buscar a los desaparecidos; los colectivos están casi abandonados a su suerte por lo que nadie se puede llenar la boca diciendo que se les atiende como antes, dijo la investigadora. 

    Tampoco hay un programa que prevenga las desapariciones. 

    Si por la mañana de este miércoles la diputada federal Maryjose Gamboa, dijo que en este gobierno hay más desaparecidos que en el de Javier Duarte, Mayra Ledesma aseguró que la cifra de desaparecidos rebasa a la de las tres administraciones anteriores (Fidel, Javier y Miguel Ángel). Y como a Cuitláhuac aún le falta un año para dejar el cargo se prevé que el número siga elevándose. 

    Ledesma Arronte se fue a los datos proporcionados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Comisión Nacional de Personas Desaparecidas para dar certeza a su aseveración. En el gobierno de Fidel Herrera se contabilizaron 266 personas desaparecidas; en el de Javier Duarte la cifra fue de escándalo ya que se registraron 2 mil 311, mientras que en el bienio de Miguel Ángel Yunes el número de desaparecidos fue de 849.

    Pero en el gobierno del individuo que prometió en su toma de protesta “un futuro glorioso de tranquilidad, paz y bienestar para para Veracruz y los veracruzanos” se tienen registradas 2 mil 340 personas desaparecidas hasta el mes de mayo de este año. 

    Y uno se pregunta; ¿con estos números tendrá cara Cuitláhuac García para pararse hoy frente a las familiares de los desaparecidos y decirles que las cosas van a mejorar, cuando las ha engañado cínicamente por más de un lustro? 

    bernardogup@hotmail.com